Que esta última marcha haya sido un nueve de Julio tiene un significado
especial. En la tradición de la cultura oficial, el
aniversario de la Independencia era el pretexto para la parada militar más grande de las que se realizaban en el
país.
ALAI-AMLATINA, 10/07/02, Buenos Aires. Que esta última
> marcha haya sido un nueve de Julio tiene un significado
> especial. En la tradición de la cultura oficial, el
> aniversario de la Independencia era el pretexto para la
> parada militar más grande de las que se realizaban en el
> país. Todos los uniformes, sin excluir policías y gendarmes
> guardafronteras, desfilaban ante un público numeroso y en
> actitud conformista, que solía agitar banderas argentinas y
> aplaudir al paso de los 'defensores de la patria', mientras
> el 'locutor oficial' celebraba la memoria de las 'grandes
> hazañas' de las 'armas de la patria' sin excluir la
> destrucción sistemática del Paraguay o el exterminio de los
> indios en Patagonia y Chaco. Ese gran festival del
> patriotismo de los poderosos, integrado a una pedagogía que
> sacraliza el orden establecido para identificarlo con la
> nación, languideció en los últimos años bajo el peso del
> desprestigio de las FFAA (y de todas las instituciones) y
> hasta de las estrecheces presupuestarias, y ya no se realiza.
> Y este año el espléndido 'contradesfile' de la disconformidad
> y la contestación, la convergencia de los partidarios, aun en
> la indefinición, de algo radicalmente nuevo, le ha ganado la
> calle al Poder, justamente en esta, su efemérides favorita.
>
> La marcha del 9 de Julio a Plaza de Mayo reeditó, corregida y
> ampliada, la masividad y heterogeneidad de las dos marchas
> anteriores, la del 27 de Junio y la del 3 de Julio. Y una
> nota llamativa fue la amplia presencia de Asambleas
> Populares, así como de gran cantidad de gente 'suelta' no
> encuadrada en ninguna columna ni portando carteles. También
> se hizo notar el fuerte número de agrupaciones de
> trabajadores diferentes al sindicalismo convencional, en
> buena medida ligadas a la problemática cultural (hasta una
> Asociación de Poetas tenía su pancarta y un grupo de
> asociados debajo), y de centros de estudiantes de todos los
> niveles y tipos de enseñanza.
>
> El dato es importante, porque demuestra que, mas allá de lo
> que se suma y se resta en las diferentes convocatorias en
> cuanto a agrupaciones protagonistas (en la de la semana
> pasada llevaban la 'batuta' las organizaciones de piqueteros
> y la CTA, en ésta los partidos políticos tuvieron un
> protagonismo más fuerte), hay una importante cantidad de
> gente, organizada y no, que se moviliza bajo consignas
> cuestionadoras, sin fijarse demasiado en matices no tan
> urgentes (hay tela para cortar, en lo conceptual, en el tema
> de la 'segunda independencia' como planteo para la
> problemática argentina). Y además de su número de por sí
> importante, el cuadro combinado de las tres últimas
> manifestaciones, nos muestra un arco social, generacional y
> político-ideológico que en su saludable amplitud, tiene una
> coherencia: El avance hacia el cuestionamiento global hacia
> el sistema socioeconómico, político y cultural que azota a la
> Argentina de los últimos años, en una superación del sesgo
> que tiende a culpabilizar casi exclusivamente a los
> 'políticos' y plantearse el problema en términos de ética o
> de capacidad y no de una estructura integralmente injusta.
> Allí se juntan desde adolescentes con apenas edad para
> ingresar al secundario, con todos los aspectos posibles (del
> inconfundible look 'rebelde de Barrio Norte' a la miseria que
> grita en su silencio, de las últimas estribaciones del Gran
> Buenos Aires) hasta ancianos con similar arco de diferencias
> (a pocos metros de distancia y gritando las mismas frases, se
> puede ver a rubias señoras de más de setenta que quizás hayan
> hecho sus primeras armas en política gritándole ¡Gestapo¡ a
> la policía peronista y morochos de la misma edad que
> seguramente vivieron desde adentro los días del primer
> peronismo).
>
> La represión y asesinatos de Puente Pueyrredón parecen
> tornarse un elemento galvanizador en cuanto a dejar un poco
> de lado rivalidades de secta, protagonismos personales y
> hábitos falsamente vanguardistas, para converger en un
> espacio que puede hacer de la pluralidad y heterogeneidad una
> virtud en lugar de una debilidad. Ese espacio de protesta
> plural ha generado en estos últimos meses sus propias
> imágenes artísticas (el colectivo Argentina Arde, los grupos
> de música, teatro y murga que incorporan sus creaciones a los
> actos y marchas) su comunicación (decenas de páginas web,
> agencias alternativas de informaciones, periódicos
> barriales), además de la ampliación y profundización de
> formas de protesta preexistentes (los 'escraches', los
> 'cacerolazos'), y todo indica que su capacidad creativa no
> tenderá a disminuir, entre otras cosas porque siguen
> confluyendo diferentes culturas y sectores. Ello se
> manifiesta hasta en la fluidez y eficacia de las consignas
> que han aparecido desde diciembre hasta ahora, no sólo el
> consabido "Que se vayan..." sino el "Piquete y Cacerola la
> lucha es una sola", u otras más fuertes como la novísima que
> en alusión a los hechos de Avellaneda promete que las balas
> van a volver... Están dadas las bases para ir construyendo
> el gran espacio de los explotados, oprimidos y asqueados del
> sistema, pensando menos en liderazgos que en organización
> autónoma, avanzando en la 'autorreforma' que supere hábitos
> hegemonistas, y más en cómo generar y mantener convocatorias
> claras y masivas más que en dirimir disputas que suelen
> volverse irrelevantes por el solo peso de los sucesos, o al
> menos no son tan urgentes como la necesidad de evitar que,
> 'caos' y represión mediante, el gran capital y sus servidores
> políticos y culturales vuelvan a estabilizar su 'orden', ese
> que produce empobrecimiento y desocupación masiva, y busca
> clausurar todo espacio de dignidad e independencia.
>
> * Daniel Campione, profesor e Investigador de la UBA, es autor
> de "Argentina: la escritura de su historia" (Buenos Aires,
> Centro Cultural de la Cooperación, junio 2002).
Ceci est un média alternatif de publication ouverte. Le collectif CMAQ, qui gère la validation des contributions sur le Indymedia-Québec, n'endosse aucunement les propos et ne juge pas de la véracité des informations. Ce sont les commentaires des Internautes, comme vous, qui servent à évaluer la qualité de l'information. Nous avons néanmoins une
Politique éditoriale
, qui essentiellement demande que les contributions portent sur une question d'émancipation et ne proviennent pas de médias commerciaux.
This is an alternative media using open publishing. The CMAQ collective, who validates the posts submitted on the Indymedia-Quebec, does not endorse in any way the opinions and statements and does not judge if the information is correct or true. The quality of the information is evaluated by the comments from Internet surfers, like yourself. We nonetheless have an
Editorial Policy
, which essentially requires that posts be related to questions of emancipation and does not come from a commercial media.