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Contra Berlusconi. Tres millones en la callealvaro, Miércoles, Abril 17, 2002 - 19:50
Flavia D´Angeli.
Tres millones de personas, trabajadores, trabajadoras, jóvenes, trabajadores en precario, estudiantes, jubilados y emigrantes, han invadido Roma en la mayor manifestación de la historia republicana. Una manifestación inmensa, que ha superado incluso las previsiones de la CGIL, la principal organización sindical italiana, que fue quien tomó la iniciativa. La movilización había sido convocada, inicialmente, para pelear contra la decisión del Gobierno Berlusconi de "reformar" el Estatuto de los trabajadores, en particular el artículo 18, (el que prevé la obligación de readmitir al trabajador despedido injustamente) el corazón de la ofensiva antiobrera de la derecha. Pero en el contexto extremadamente efervescente de la situación social italiana, la manifestación se ha convertido en el punto de referencia para las diversas luchas sociales y las contestaciones Contra Berlusconi Tres millones en la calle * Flavia D´Angeli. Rouge, Francia, 28-3-02 Tres millones de personas, trabajadores, trabajadoras, jóvenes, trabajadores en precario, estudiantes, jubilados y emigrantes, han invadido Roma en la mayor manifestación de la historia republicana. Una manifestación inmensa, que ha superado incluso las previsiones de la CGIL, la principal organización sindical italiana, que fue quien tomó la iniciativa. La movilización había sido convocada, inicialmente, para pelear contra la decisión del Gobierno Berlusconi de "reformar" el Estatuto de los trabajadores, en particular el artículo 18, (el que prevé la obligación de readmitir al trabajador despedido injustamente) el corazón de la ofensiva antiobrera de la derecha. Pero en el contexto extremadamente efervescente de la situación social italiana, la manifestación se ha convertido en el punto de referencia para las diversas luchas sociales y las contestaciones Pero, justo tres días después del asesinato del colaborador del ministro de Trabajo, el profesor Marco Biagi, autor La vuelta de las "Brigadas Rojas" llega puntualmente en un período de conflicto social. A la tentativa del gobierno de realizar una significativa reestructuración de las garantías sociales y democráticas conquistadas tras la II Guerra Mundial -contrato nacional de trabajo, tutela contra los despidos, jubilaciones, salud e instrucción pública- la CGIL, sindicato tradicionalmente ligado al PCI y luego a la DS, pero ahora más bien crítico con la línea liberal-democrática de las cumbres de ese partido, ha reaccionado con una intensificación de la protesta, la realización de numerosas huelgas en las fábricas, la manifestación del pasado sábado, y la convocatoria de una huelga general para el próximo 5 de abril. Esta determinación ha creado una convergencia de todas las oposiciones, desde la más radical de Rifondazione Comunista hasta el Olivo, en una común batalla contra el gobierno, y ha obligado a las otras dos grandes federaciones sindicales, la CISL (sindicato cristiano moderado) y la El asesinato de Marco Biagi -reivindicado por las Brigadas Rojas, que tras años parecen querer ocupar de nuevo, y de una Pero el movimiento ha sabido reaccionar demostrando una vez más su fuerza, su capacidad de movilización social, y su actitud al mismo tiempo radical y democrática. Los Social Forum, que ya en la última asamblea nacional del 2 y 3 de marzo, habían decidido participar, con su propia plataforma en la manifestación de la CGIL , han animado en ella un cortejo de más de 300.000 personas, muy vivo y colorido, proponiendo a toda la manifestación, y a la atención de la opinión pública, la idea de que la defensa intransigente del artículo 18 debe llevar a desarrollar una nueva "estación de los derechos sociales", a partir de la extensión del Estatuto de los Trabajadores a todos los nuevos contratos precarios, y de la reivindicación de una renta social europea para parados y precarios. Con un "podium mobile", montado sobre un camión de 13 metros de largo, han atravesado la manifestación sindical sabiendo "mezclarse" con los millones de trabajadores movilizados por el sindicato, recibiendo en La manifestación del sábado, y su capacidad de reunir a los diferentes sectores de la oposición social alrededor del mundo del trabajo, ha tenido efectos inmediatos también en la izquierda moderada. Sus errores y sus debacles, en efecto, han empujado a millones de personas a defender sus propias condiciones de vida , organizando alrededor de ello una nueva Justo ocho meses separan la manifestación del sábado de las jornadas de julio. Pero un rasgo evidente liga los dos * Traducción de Alberto Nadal CORREO DE PRENSA DE LA IV INTERNACIONAL Boletín Electrónico No 290 - América Latina y el Caribe - 2/4/02 Comunicaciones y suscripciones: |
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