First paragraph (Teaser):

Enseguida, publicamos dos testimonios sobre masacres contra poblaciones obreras en dos periodos históricos diferentes -el primero es una nota periodística publicada recientemente respecto a la situación en Libia; el otro es una aportación de nuestro camarada Marc Chirik(1) respecto al final de la segunda guerra mundial y la barbarie que prevaleció durante la retirada del ejército alemán.

Rest of the text:

Estos dos testimonios, aunque no tengan nada de común en relación al punto de vista de los intereses de clase que representan y defienden, coinciden en la descripción de una misma realidad sórdida en el seno del capitalismo putrefacto y ponen en evidencia hasta qué punto la burguesía, especialmente la que se viste de las virtudes humanistas de la “democracia”, es capaz del peor salvajismo cuando sus intereses fundamentales se encuentran en peligro, cuando los explotados tienden a cuestionar su poder. Tanto en un caso como en el otro, si bien los verdugos, los que perpetran las masacres, son los bárbaros de un Kadafi o de un Hitler, los que los combaten y se presentan cínicamente como los “salvadores” de las poblaciones son igualmente cómplices de la masacre de los otros, en la medida en que los dejan actuar a sabiendas. Obama y Sarkozy han aprendido bien de sus ilustres predecesores, Churchill y Roosvelt.

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Testimonio de un jefe rebelde libio (AFP - 06/04/2011)

AFP – El jefe militar de los rebeldes libios ha lanzado el martes un ataque en regla contra la OTAN, acusándola de “dejar morir a los habitantes de Misrata” (Oeste) bajo los tiros de las fuerzas de Moamar Kadafi, las que asimismo han ganado terreno en el este, cerca de Brega. La prensa internacional debe apoyar con fuerza al pueblo de Misrata y apelar (a la ayuda) a la OTAN, la que cree hacernos un servicio al bombardear por aquí y por allá mientras que deja que los habitantes de Misrata mueran todos los días, ha declarado el general Abdelfatah Yunes durante una conferencia de prensa en el enclave rebelde de Benghazi (Este).

“Si la OTAN espera otra semana más no habrá ya nada más en Misrata; no encontraremos a nadie”, añadió el general, antiguo ministro del Interior de Kadafi que se unió a la rebelión en febrero.

Misrata, tercera ciudad del país, está situada a 214 km al este de la capital Trípoli, bastión del régimen de Kadafi. Desde hace más de 40 días los insurgentes defienden sin descanso Misrata bombardeada y asediada por las fuerzas leales a Kadafi. Según los rebeldes, más de 200 personas han perecido en los combates.

Según el jefe militar rebelde, los habitantes de Misrata se encuentran ahora amenazados “de exterminación en el sentido estricto del término”.

“El agua está cortada, no hay electricidad ni comida, no hay leche para los niños desde hace 40 días, mientras las fuerzas de Kadafi bombardean todos los días casas, mezquitas y hospitales con artillería pesada (…) los habitantes beben agua de los desagües”.

“Si la OTAN quisiera romper el bloqueo a la ciudad, lo habría podido hacer desde hace días”, continuó.

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Extractos de una entrevista a Marc Chirik (septiembre 1988) -tomados del libro “Abajo la guerra” de Pierre Hempel- sobre el final de la segunda guerra mundial (1943-45):

(…) Es sobre la base (…) de nuestra convicción del hecho de que la guerra necesariamente finalizaría y que un descontento general habría de desarrollarse, que estábamos optimistas.

Organizamos una conferencia del Núcleo francés [de la Izquierda comunista] en Marsellay tomamos posición llamando a mantenerse vigilantes (…), esto se va a desarrollar en el plano internacional, etc. Lo que refuerza aún más esta convicción (…), son las declaraciones de Churchill. Ya que el sur con Badoglio ha pasado del lado de los Aliados, el frente entre el norte y el sur de Italia sigue cerrado. No hay ninguna ofensiva por parte del bloque anglo-americano para tratar de forzar el frente. Está tan inmovilizado que ello permite a los alemanes, mientras que Mussolini había sido ya arrestado y deportado a una isla, enviar un avión para liberarlo. ¡Es increíble! Y los ingleses no se mueven. Y cuando se le plantea la cuestión a Churchill en Inglaterra. “¿Qué esperan? El frente italiano no se está resquebrajando?” Churchill responde: “Es voluntariamente, hay que dejar que la situación italiana se 'cueza en su propio jugo' durante algún tiempo”. Y esto es necesario porque ellos [los Aliados] dejan a los alemanes -que ocupan el norte en ese momento- la posibilidad de llevar a cabo una masacre, una represión formidable contra los obreros. Los obreros de Milán y de Turín no pueden salvarse más que metiéndose en el maquis [la resistencia]. El maquis se refuerza en Italia luego de la derrota de Mussolini, lo que permite la represión alemana. Los aliados tienen perfectamente la razón de dejar así “cocer la situación” para preservar la paz social capitalista. Prefieren dejar que ocurra esta represión. No tienen necesidad de los obreros para conquistar el país, su fuerza militar era suficiente. Lo que estaba en juego, era aplastar el descontento obrero contra la guerra. Doble golpe: al dejar que los alemanes se encarguen de la represión, empujan a los obreros a los brazos de la “democracia” aliada. A partir de entonces se desarrollan, con el apoyo de los stalinistas y de todos los demócrataas, los maquis italianos que no existían antes, a diferencia de Francia.

Para nosotros, este asunto muestra que la burguesía es inteligente. Churchill sabía lo que hacía. No se precipitaba. Había que permitir que se masacrara a los obreros que estaban levantándose, aplastar desde el huevo los primeros síntomas.

(…) La guerra se vuelve nuevamente muy violenta en Italia del norte después del desembarco aliado. La resistencia de los soldados alemanes es encarnizada. Posteriormente vendrá el desembarco en Francia donde se verá el retroceso de los alemanes. En Rusia, vendrá el post-Stalingrado, a finales de 1944.

Para la represión de los ejércitos alemanes en derrota, la burguesía aplicará los mismos principios que Churchill en Italia. Cuando el ejército alemán se encuentra a las puertas de Varsovia, el ejército ruso se detiene y le dejará masacrar durante ocho días. El ejército rojo no se mueve, tienen necesidad de dejar que Varsovia se 'cueza en la sangre'. Posteriormente el ejército alemán se retira y el ejército ruso entra en la ciudad convertida en cementerio.

A medida que el ejército alemán retrocede, se produce la misma cosa, En Budapest por ejemplo. De nuevo, el ejército ruso se detiene. Hay un levantamiento en el interior de la capital de Hungría, evidentemente más o menos confuso. Y dejan que se produzca una masacre tan importante al menos como la de Varsovia. Después de cumplida la masacre, los rusos entran tranquilamente en la ciudad, como enterradores de cementerio.

Toda esta política es constantemente aplicada a partir de 1943; política de tabla rasa obrera; política sobre todo para implicar a Alemania -que, de todas maneras, está condenada-, para volverla responsable de la masacre de obreros, para que los obreros no tengan la posibilidad de comprender dónde están las verdaderas responsabilidades.

La Fraccion de la Izquierda Communista International

Nota
1. Marc Chirik (1905-1990), viejo militante de la Izquierda comunista, miembro de la Fracción italiana, principal fundador de la Izquierda comunista de Francia, luego de la CCI, murió en 1990.

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