Los microcréditos de los dueños de la Shell

Nancy Hidalgo
Argenpress (Opinión)

Por definición los microcréditos fueron 'creados para asistir a personas en situación de pobreza', que no pueden obtener un préstamo en la banca 'común' por no poder ofrecer una garantía, entonces las microfinanzas ofrecen estos servicios financieros, con un objetivo 'ético y de responsabilidad social' de la actividad financiera.

Como concepto, es interesante, como práctica oculta varias verdades: una de ellas es la falta de políticas socio-económicas que permitan una justa distribución de la riqueza y pleno empleo, porque éste tiene que ver con la posibilidad de generar trabajo, de crear industria, de fortalecer la industria nacional y de no tener que recurrir al microcrédito.

Creo no equivocarme, pero cuando Yunus(1) creó el banco Grameen, su interés principal no era el lucro que podría generar esta actividad financiera, sino la generación algún tipo de posibilidad que podría surgir del crecimiento económico de la clase empobrecida.

Sin embargo, al ver que tenían una tasa de retorno del 98%, los microcréditos, repentinamente fueron considerados muy buena idea para los principales bancos e instituciones financieras del mundo desarrollado. El Banco Mundial y el FMI, de pronto vieron al microcrédito como una verdadera posibilidad y en Latinoamérica se han multiplicado por sus altos índices de rentabilidad, lo que permite que la operación sea sostenible. Ya están en el mercado y a diferencia del Graneen Bank que formó Yunus, quieren una tasa de retorno de entre el 18 y el 20%, sobre el 'muy lógico argumento del alto riesgo'.

¿Cuál es el efecto de la transformación de microcrédito destinado a sacar a la gente de la pobreza a microcrédito destinado a generar ganancias? 'Que sitúan a las instituciones de microcrédito por encima de una población increíblemente empobrecida, a la que se les convence que su única posibilidad es participar colectivamente en esta actividad, que son responsables los unos por los otros y que se pueden desarrollar un poco a cambio de pagar un interés de entre un 10 a un 18%. Se trata del uso de una treta financiera para tratar de extraer valor de toda una población que está empobrecida, y por lo tanto en una difícil situación'.

De acuerdo con lo dicho por David Harvey(2), en la conferencia pronunciada en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, en diciembre del 2006, para que el capitalismo pueda apropiarse del dinero de este grupo humano empobrecido, instruye a la población para que 'sean maximizadores de ganancias, cuando lo que efectivamente tratan es de apropiarse de una 'economía muy variable e incorporarla dentro del proceso de circulación de capital, que la inserte en toda la red financiera global'.

Aquí surge un término que logra interpretar lo que estas entidades financieras globalizadas hacen con los más pobres, aquí y en cualquier punto del planeta: los transforman en 'mercados de desposesión'. (Título de la obra de Julia Elyachar) 'se toma el mercado y se lo integra dentro del sistema productivo, se desposesiona una vez más a las personas de su trabajo.'

El rastro del microcrédito

El capitalismo ha logrado invisibilizar su rastro, es difícil saber hacia dónde va y cómo se mueve. ¿Cómo unimos los microcréditos tomados por los pobres de la India, con El Cairo, con Bolivia, u otros países de América Latina? Harvey dice: 'solo conecte. Conecte lo que está pasando aquí, que no es independiente de lo que está pasando allá, detrás de las fachadas'. 'En las instituciones de los microcréditos hay una cadena directa de coincidencias, pero las conexiones son difíciles de establecer; pero que sean difíciles de establecer no quiere decir que no existan. Lo que tenemos que hacer es conectar la geografía de todo esto y entender como se han acumulado inmensas riquezas y poder en unas pocas manos, en pocas partes del mundo.'

El rastro, nos puede llevar, hasta Wall Street, donde los jerarcas de Goldman Sachs, o los administradores de los llamados Hedge Fund, (Fondos de Inversión con número limitado de inversores), gastan millones de dólares en mansiones nuevas; dinero recibido como premio por la ardua tarea de haberle vendido microcréditos a los pobres del mundo.

De acuerdo con el Banco Mundial existirían más de '7.000 instituciones microfinancieras, sirviendo a unos 16 millones de pobres en países en desarrollo'.

El sistema bancario de libre creación de crédito, amenaza con culminar en una servidumbre por deudas para estos grupos empobrecidos.

La máxima inocente

Crítica de la Argentina (23.04.08, págs. 6 y 7) decía que 'Su alteza Máxima Zorreguieta…, visitó en la Casa Rosada a Cristina Kirchner … y dialogó sobre la importancia de los microcréditos en la economía nacional y mundial.' …y 'pidió que el Gobierno establezca condiciones estables para fomentar las microfinanzas, y alertó: 'No podríamos llamar accesible al sistema financiero argentino'.

Sigamos la geografía del dinero, como lo decía Harvey, y esa nos conduce hasta el otro extremo, hasta un mundo que nunca se harta de transferir ganancias.

Máxima Zorreguieta vino a su país, representando a la corona holandesa, dueña de una de las multinacionales más poderosas del mundo, la Shell, que ostenta un PBI, más grande que el de la rica Venezuela, a fomentar una política crediticia destinada a sacarle a los más pobres de nosotros, lo que se creía que ya no poseían: riqueza. El negocio del crédito, ofrecido por los dueños del petróleo. La indignación no solo se siente, también duele.
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P.S.: Muhammad Yunus(1): Premio Nobel de la Paz 2006. Creador del Grameen Bank y desarrollador del concepto de microcrédito (ideado por el pakistaní Dr. Akhter Hameed Khan). Los microcréditos son pequeños préstamos concedidos a personas humildes que no califican para un préstamo bancario tradicional. David Harvey(2): PhD en geografía, universidad de Cambrige, Profesor de la City University of New York. Los encomillados pertenecen a citas textuales de David Harvey Bibliografía: Revista Espacios de crítica y producción. Agosto 2007 Facultad de Filosofía y Letras UBA Revista Sin Permiso Crítica de la Argentina Sitio web: ONU, BID, Shell.

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