El Jefe de Redacción de VHeadline.com en Español Jesús Nery Barrios escribe: En su último programa nacional de radio y TV 'Aló Presidente', transmitido el pasado domingo, el Presidente de Venezuela Hugo Chávez afirmó categóricamente que no es marxista, un tema que no necesitaba clarificar, dada la tendencia y las políticas concretas llevadas a cabo por su gobierno, como la garantía constitucional de la propiedad privada de los medios de producción y comunicación y la profundización de los lazos comerciales con los "imperiales" Estados Unidos de Norteamérica, especialmente los petroleros, por ejemplo.

Cediendo ante la crítica interna y externa desde sectores conservadores que reflejan los intereses económicos y políticos de las elites corporativas mundiales, Chávez lucía desesperado por establecer de una vez por todas el anti-marxismo, por un lado, y por afirmar la defensa pro-capitalista del orden económico y político mundial de la Revolución Bolivariana, por el otro, especialmente en la víspera de la presentación ante la Asamblea Nacional de su proyecto de Reforma Constitucional, un informe que los sectores más radicales y conservadores en Venezuela y en el exterior temen que sea el último impulso para convertir la tierra de Bolívar en un país "socialista".

Es una verdadera lástima que el Comandante Fidel Castro, líder de la Revolución Cubana y un icono de la práxis y teoría socialista concretas, un "padre" para Chávez, según el mismo líder bolivariano, con sus 80 años de edad, tal vez no tenga el interés, la paciencia o el tiempo para tomarse la molestia de convertir a Chávez en un marxista, de la misma forma en que Chávez se tomó la molestia por convertir a Castro en un cristiano, en el sentido social del término, como el presidente venezolano se enorgullece de haber logrado.

Hubiera sido muy interesante ver si Chávez habría mostrado la misma apertura y tolerancia hacia la sabiduría concreta que atesora Fidel Castro, como la que ha mostrado por el cristianismo y su obstinación por hallar raíces socialistas dentro de esta tendencia religiosa.

Ha sido muy frustrante para mucha gente en Venezuela que ha estudiado seriamente el marxismo y el socialismo a través de los años ver el desprecio mostrado por Chávez hacia el socialismo verdadero, descartándolo como "obsoleto", mientras de manera malsana profundiza la religión, la ideología per se, tomando en cuenta que el cristianismo es muchísimo más viejo que el marxismo, utilizando su liderazgo carismático para legitimar sus ideas pobremente fundamentadas, en vez de convocarlos para construir su modelo socialista.

* Hugo Chávez no parece haber dedicado a estudiar el marxismo el mismo tiempo que dedicó a estudiar el cristianismo, creyendo vanamente que esto le garantizará el apoyo popular para siempre.

Ya veremos cuando colapse el dólar norteamericano en este país en que su economía se encuentra anclada a esa decadente moneda debido al comercio del petróleo y el inevitable efecto dominó del derrumbe del mercado mundial acentúen las contradicciones de clase a escala global si el "cristianismo socialista" o el "socialismo cristiano" serán capaces de dar una respuesta válida y actualizada al pueblo ignorante y creyente.

Estaremos ansiosos por ver si el Sermón de la Montaña, las Bienaventuranzas, las Parábolas y los Milagros de Jesucristo ayudarán al pueblo desorientado a entender por qué el "Imperio" está bloqueando sus puertos y apoderándose de sus pozos petroleros para garantizar el combustible para sus venideras guerras genocidas, embargando sus propiedades estatales y reservas financieras internacionales, saboteando de esta manera su próspera economía capitalista, que en cierta forma es socialista, y de esta manera quitarle el velo de sus petrodolarizados y cristianizados ojos.

Para los pobres venezolanos todavía hay esperanza que Fidel Castro, el único líder marxista viviente, la única persona con influencia suficiente sobre Chávez, asuma su tal vez último reto histórico: convertir a Hugo Chávez en el verdadero y original líder y pensador marxista del siglo XXI, cómo él mismo lo fue del siglo XX en práxis y teoría, antes que sea demasiado tarde para Venezuela y el resto del agonizante mundo.

De no ser así, oremos al Señor e imploremos misericordia por todos nuestros pecados ideológicos, y esperamos que nos acoja en su seno y nos de otra oportunidad en su próximo plan creativo y creador.

Amén.