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El capitalismo es miseria, represión y guerra ¡La única salida es levantarse a luchar!

Anonyme, Martes, Febrero 13, 2007 - 09:57

A LA CLASE PROLETARIA:

Apenas se ha instalado el nuevo gobierno de Calderón, y ya da muestras claras y contundentes de lo que la clase burguesa en México, como en todo el mundo por igual, le tiene reservado a los trabajadores explotados: más miseria, más represión. Y como única perspectiva, mientras siga existiendo el sistema capitalista, la barbarie de una nueva guerra imperialista mundial.

EL CAPITALISMO ES EXPLOTACIÓN Y MISERIA GENERALIZADA PARA LOS TRABAJADORES

El reciente aumento de precios en los productos de primera necesidad constituye un ataque abierto y frontal de la clase capitalista contra las condiciones de vida de los trabajadores, de por sí ya explotados al máximo. Mientras los capitalistas "logran" -gracias a los sindicatos- imponer "aumentos" salariales ridículos de 3 o 4%, algunos productos de primera necesidad -tortillas, carne, huevo, leche...- aumentaron en unos días 30 o 40% (ello sin contar que otras, como el gas y la electricidad, siguen aumentando mes tras mes). Al mismo tiempo, el gobierno hace todo lo posible para reducir los rubros del presupuesto que conciernen al salario "indirecto", como educación y otros servicios. Todo ello significa una reducción súbita y brutal al salario del conjunto de la clase obrera, lo que se traduce en peores condiciones de vida, miseria creciente, desnutrición para los trabajadores y sus familias, todo en aras de mantener las ganancias de los patrones.

Ante el descontento creciente por estas alzas de precios, que ya ha empezado a manifestarse en protestas aisladas en algunos lugares, todo el aparato ideológico de la burguesía, todos sus medios de difusión, se han dado a la tarea de hacer que los trabajadores acpeten resignadamente este brutal ataque. Primero, los altos funcionarios de economía "explicaron" que todo es producto de las "leyes naturales" del mercado, de la oferta y la demanda, y de la "mundialización", y que por tanto no quedaba más remedio que aceptar los aumentos de precios. Los partidos políticos del capital tanto de izquierda como de derecha -PAN, PRI, PRD, "advirtieron" que un aumento general de salarios conduciría a una "inflación descontrolada" y que lo mejor sería "exigir" que el gobierno "controlara los precios". Así que, en un gran acto circense, el presidente Calderón mismo se reunió con los grandes monopolistas del maíz supuestamente para "controlar el precio" de la tortilla, pero lo único que hizo realmente fue ... ¡oficializar el aumento de 40% al precio de ésta!.

Para los proletarios debe quedar claro que mantenerse pasivos y resignados ante este ataque solamente abrirá la puerta a otros nuevos e ilimitados golpes contra sus condiciones de vida por parte de la clase capitalista. Debe quedar claro también que un aumento de salarios para contrarrestar la disminución de estos ante las alzas de precios, no ocasionaría inflación sino, por el contrario, frenaría -así fuera temporalmente- la voracidad desatada de los capitalistas. Y, finalmente, hay que convencerse de que un aumento de salarios no se logrará esperando que los sindicatos "negocien" con los capitalistas y el gobierno, sino que ello será posible solamente a través de una lucha masiva, de una lucha del conjunto de la clase proletaria.

Es a esto a lo que teme realmente la burguesía: a un brote de la lucha de clase del proletariado a gran escala, como ha ocurrido ya en los últimos años en otros países (Argentina, Francia, Italia, Alemania...). Y por ello se anticipa, no solamente redoblando sus campañas de ideológicas de falsas promesas de un "futuro mejor", sino también reforzando sus instrumentos de represión: el aparato judicial, la policía, el ejército.

EL CAPITALISMO ES OPRESIÓN Y REPRESIÓN CONTRA LOS TRABAJADORES

El gobierno de Calderón se "estrenó" con la cruenta represión de la Policía Federal Preventiva (PFP), en coordinación con la policía estatal, contra los trabajadores en lucha de Oaxaca, y la instauración de un estado de sitio en esa región.

Acto seguido aumentó el presupuesto del ejército y la policía, y ha iniciado un amplio despliegue de la PFP y el ejército en cada vez más regiones del país (Michoacán, Guerrero, Baja California...) A falta del espantajo del "terrorismo" utilizado en otros países, el Estado capitalista mexicano utiliza como pretexto el "narcotráfico" y la "inseguridad" para que la vigilancia permanente, las cámaras en las calles, los retenes en las carreteras, las leyes más severas... sean aceptados y se vuelvan "normales" para la población trabajadora, como si el país hubiera entrado repentinamente en un estado de guerra. Pero la verdadera intención del Estado no es acabar con el "narcotráfico" ni la "inseguridad", sino atemorizar a los trabajadores y paralizar sus posibles brotes de descontento, protesta y lucha. Como lo ha declarado el mismo Calderón su intención es mostrar que "ninguna fuerza puede estar por encima de la fuerza del Estado". Y la burguesía sabe que la única "fuerza" social capaz de cuestionar su dominio es la del proletariado en lucha.
La represión a Oaxaca, la militarización creciente del país, e incluso la instauración del gobierno de "derecha" de Calderón, dejando al PRD de "izquierda" en la oposición, no son hechos aislados ni accidentales: Por el contrario, forman parte de una orientación política que la burguesía nacional ha adoptado desde tiempo atrás con miras a aplastar cualquier asomo de protesta social en los años venideros. Todo esto tiene el objetivo de vencer toda resistencia de la clase proletaria y atarla definitivamente a los llamados "intereses nacionales", que no son otros que los intereses de la propia burguesía.

Pero el proletariado no debe dejarse intimidar. Es evidente que las protestas individuales, o de grupos de trabajadores aislados y dispersos tienen pocas perspectivas ante el aparato judicial y represivo del Estado. Pero un movimiento masivo, extenso, combativo y unido de los trabajadores, que lograra imponer una relación de fuerzas más favorable, podría frenar y hacer retroceder los ataques de la clase capitalista. ¡Es hacia este movimiento que debe tender el conjunto de la clase proletaria!

Tal es la única perspectiva por la que puede avanzar el proletariado. Dejarse arrastrar tras los designios de la burguesía, sin resistir, equivaldría no solamente a dejarse hundir en una miseria cada vez más espantosa sino, a plazo, hasta dejarse llevar al matadero de una posible guerra imperialista generalizada.

EL CAPITALISMO ES BARBARIE Y GUERRA

De hecho, la orientación política actual de la burguesía mexicana no es más que la forma adaptada a las condiciones nacionales de la orientación política que va tomando cada vez más el conjunto de las burguesías de todo el mundo, siguiendo a las de los países más poderosos del mundo (Estados Unidos, Alemania, Francia, Rusia, China...), en la perspectiva de la marcha hacia una nueva guerra imperialista mundial, como única salida que tiene la clase capitalista ante la crisis de su propio sistema.

No hay que olvidar que ya en dos ocasiones (1914-1918 y 1939-1945) la crisis del capitalismo ha desembocado en una guerra imperialista mundial, la segunda más extensa, larga y mortífera que la primera, arrastrando al horror y la muerte a millones y millones de proletarios. Actualmente, la burguesía marcha hacia una tercera guerra generalizada, de alcance y consecuencias impredecibles: los conflictos y tensiones imperialistas no dejan de agudizarse y se expresan aquí y allá en constantes movimientos estratégicos y guerras "regionales"; un nuevo juego de bloques imperialistas (alrededor de Estados Unidos-Inglaterra por un lado, y de Alemania-Francia-Rusia por el otro) se dibuja cada vez más nítidamente; los ejércitos se preparan y modernizan; la carrera armamentista (misiles, satélites, aviones...) está desatada entre las grandes potencias; la economía de todos los países comenzando por los más poderosos se orienta nuevamente hacia una "economía de guerra" controlada por el Estado...

Pero la burguesía no podrá lanzarse a la guerra generalizada en tanto no logre aplastar definitivamente y arrastrar tras de ella al proletariado. El proletariado es la única fuerza social capaz no solamente de frenar y parar definitivamente la marcha de la burguesía hacia una nueva guerra mundial, sino también la única capaz de echar abajo este sistema de explotación y opresión ya caduco. De allí lo crucial de las actuales luchas de resistencia de los trabajadores.

Así que, ante los actuales ataques contra contra nuestras condiciones de vida, hay que desplegar una lucha del conjunto de la clase proletaria: obreros industriales y de servicios, jornaleros agrícolas, empleados públicos, maestros, trabajadores de la salud, estudiantes de familias asalariadas, pensionados, desempleados, subempleados… Una lucha verdaderamente masiva, combativa y unida en la que a través de manifestaciones de calle, concentraciones, paros y huelgas el proletariado imponga una correlación de fuerzas que impida la represión, y logre arrancar un aumento salarial que ponga freno a la voracidad de la clase capitalista.

Es en esta lucha de resistencia que la clase obrera se preparará, adquirirá la experiencia necesaria para los futuros combates decisivos con miras a echar abajo definitivamente al capitalismo.

¡Proletarios! Ante la perspectiva que nos ofrece el capitalismo de hundirnos en la mayor miseria, opresión, barbarie y finalmente la guerra, la única solución es ¡levantarse a luchar!

31 de enero de 2007.
Fracción Interna de la CCI

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