Un gran cantar de toda la América Latina, convocada por la memoria de Guayasamín para homenajear a Fidel en su 80 cumpleaños unió a un abanico de artistas en la Tribuna Antiimperialista José Martí.

Frente a la Oficina de Intereses del imperio en La Habana, «Todas las voces todas» se estrecharon en un abrazo hasta más allá de la medianoche, para reafirmar —como cantara Pablo Milanés, quien abrió la cantata— que «lo que brilla con luz propia nadie lo puede apagar».

Un «¡Gracias Fidel!» que salió del pecho del uruguayo Daniel Viglietti, se repitió cual eco inacabable en los presentes.

Concierto único, difícil de repetir, donde el poeta Thiago de Mello se sentó en el piso como un muchacho para escuchar a Pablo decir sin titubeos: «Creo en ti, Revolución»; el español Alfonso Sastre se estremeció ante lo que definió como «poesía-canción, canción-poesía»; y fue evidente la emoción de las madres de los Cinco Héroes al corear junto a Silvio: «... yo me muero como viví».

Con el Monte de las Banderas de fondo y el sonido de mar como coro, líricas y melodías tan diversas como las de Miriam Makeba, el grupo Arawi, Víctor Víctor, Pueblo Nuevo, Sampling, el coro de la Schola Cantorum Coralina, Gerardo Alfonso, Alí Alejandro o los Van Van, junto a otra veintena de artistas o grupos musicales, se fundieron en una corriente de solidaridad, amor y agradecimiento a quien enseña a la Humanidad que un futuro mejor es posible.