En este mes de febrero, se definiran las bases sobre las cuales se construirá el porvenir político de Chile. La acusación oficial del ex-dictador, Augusto Ramon Pinochet Ugarte, el 30 de enero pasado, por los asesinatos de la Caravana de la Muerte, es el principio de una nueva era para el pueblo chileno. Ya llego la hora de castigar a los culpables, de sanar una memoria de sus impuestas censuras. Las circunstancias que permitieron ese paso, fueron el resultado de una larga lucha por la verdad, y del inesperado testimonio de un ex-general de la dictadura

Con la voz quebrada por la emoción, el general retirado Joaquín Lagos Osorio recordó ante la televisión chilena detalles de las masacres de la "Caravana de la Muerte". El ex general fue el comandante de la primera división del ejército. Ante las cámaras, responsabilizó al General Pinochet por aquellos asesinatos cometidos días después del golpe militar de 1973. Más aún, recordó que en aquellos momentos le dijo: "General Pinochet, tarde o temprano nos van a juzgar por esto, especialmente a Ud." "Ahora, 27 años después ha llegado la hora", añadió el ex-comandante. El ex-general Lagos Osorio, explicó que presenció el estado en el que quedaron los cadáveres de 14 prisioneros políticos que fueron sacados de sus calabozos y asesinados. Relató detalles del ensañamiento que los miembros militares de la llamada "Caravana de la Muerte" tuvieron con sus víctimas. A varios de ellos les habían destrozado las mandíbulas, brazos y piernas y le habían sacado los ojos con sus cuchillos corvos, dijo el ex general.

La sociedad chilena ha quedado conmocionada por estos dramáticos testimonios. Los propios partidarios de Pinochet quedaron desbordados por el relato del ex general. De hecho, hasta el mismo ejercito enfrio su apoyo al general Pinochet, despues de que el haya declarado en el interogatorio del lunes, que la responsabilidad de los masacres era de los subalternas. La ideologia militar da siempre toda la razón al jefe, y obedecer a sus directivas es sagrado, pero que un jefe no asume la responsabilidad de sus actos, tratando culpar a los subalternas… es muy decepcionante.

Con este testimonio suplementario, el juez chileno, Juan Guzmán Tapia pudo emeter este lunes orden de arresto domiciliario y el procesamiento de Augusto Pinochet por la desaparición de 57 homicidios y 18 secuestros cometidos por la “Caravana de la Muerte”, en octubre de 1973. El magistrado no consideró que Pinochet debía ser liberado de culpa en base a los exámenes médicos que se le realizaron. Los estudios neurológicos y mentales indicaban que Pinochet presenta síntomas de demencia moderada. Según la ley chilena, un acusado puede evitar un proceso si es declarado demente.

El juicio de los crimenes de ayer son imprecindibles a una conciencia clara de las consecuencias de hoy.

Ya llego la hora de construir mañana con la dignidad popular reconocida. En memoria de los que dejaron sus vidas en el camino.
En promesa a los herenderos de nuestra lucha.