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El Hambre Mundial: Hacia una SoluciónAnonyme, Thursday, May 8, 2008 - 00:57
Wilfredo Gutiérrez
SI EL "ORDEN MUNDIAL" QUIERE SEGUIR SIENDO "ASESINO" SERÁ PORQUE ESA SEA SU VULGAR PASIÓN, PERO NO PORQUE NO PUEDA HABER UNA VOCACIÓN DE SOLUCIÓN AL PROBLEMA DEL HAMBRE MUNDIAL DENTRO DEL CAMPO DE LO POSIBLE Y LO REALIZABLE. EL HAMBRE MUNDIAL: HACIA UNA SOLUCIÓN Una fuente por allí dice que el “orden mundial” mata de hambre a alrededor de 100,000 personas cada día; y que este “orden mundial” no sólo es “asesino” sino también “absurdo.” Otra fuente dice también que el hambre mundial “mata” directa o indirectamente a nueve veces más personas cada día de las que murieron en las Torres Gemelas de Nueva York; y que eso constituye la manifestación más extrema de la pobreza y el fracaso humano. Y yo me pregunto ¿Por qué ese “fracaso humano”? ¿Por qué el “orden mundial” es “asesino” y “absurdo”? Pues, aquí comparto con vosotros una discusión de las causas y naturaleza del problema. Miremos. Hace unos pocos días el Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, anunció “un plan de batalla” para combatir la actual crisis alimentaria en el mundo, y afirmó que la ONU creará una nueva unidad de emergencia para enfrentar el problema. La ONU, uniendo voces con el Banco Mundial (BM) y la Organización Mundial de Comercio (OMC), se quejaba de las “medidas proteccionistas” o de “restricciones” que algunos países han impuesto a la exportación de los productos alimenticios, lo cual según ellos es la causa del problema porque eso reduce la oferta y produce un aumento de precios en el mercado que perjudica a los más pobres del mundo. Contra eso, entonces, la ONU, el BM, y la OMC, proponen su “plan de batalla,” el cual es que los países suspendan sus “políticas proteccionistas” y que cooperen urgentemente en financiar el Programa Mundial de Alimentos (PAM) porque la inmediata prioridad es “alimentar a los hambrientos.” La verdad señores es que yo estoy harto y cansado de tanta teoría barata pretendiendo resolver el problema del hambre y la pobreza en el mundo. Antes, los académicos y políticos le atribuían la culpa a la “escasez;” después a la “sobrepoblación;” a la “mentalidad tradicionalista;” luego a la “fatalidad” y por último a la falta de “caridad” lo cual es la lógica por la cual el PAM existe. Lo que yo veo aquí es que la ONU, el BM, y la OMC no son más que “zorros del mismo piñal” interesados solamente en remedios paliativos al problema. Se quejan de las políticas “proteccionistas” de los países medianos y pobres pero “se hacen de la vista gorda” de las “políticas proteccionistas” de las potencias imperialistas productoras de alimentos, y por eso todo lo quieren arreglar con las leyes del mercado que sólo favorece a las potencias. En otras palabras, atacan los “síntomas” de la enfermedad pero no sus verdaderas “causas.” Y la verdad es que a estos señores les importa un pepino que la mayoría de la gente del mundo, más de 850 millones de personas, se estén muriendo de hambre o sufran de “hambre crónica.” A ellos no les importa. Los argumentos de “escasez,” de “sobrepoblación,” de “fatalidad,” etc, sólo son excusas, y por cierto “ya gastadas,” de académicos y de políticos que buscan justificar y perpetuar el orden mundial establecido. Para mí, sin embargo, y en esencia, lo que se necesita para acabar con el problema del hambre mundial es una auténtica VOLUNTAD POLÍTICA para cambiar las actuales estructuras de dominación y opresión económica y social en el mundo. El hambre y la miseria son una consecuencia directa de la exclusión social que causan las políticas económicas y comerciales a nivel local y mundial que impiden el acceso de millones de personas a la tierra, el acceso al agua, a la educación, y a los bienes y recursos productivos de la sociedad. Allí radica el problema, y lo que se requiere es una VOLUNTAD POLÍTICA para cambiar esas políticas y estructuras caducas que hacen al orden mundial “asesino” y “absurdo.” Es un mito hablar de “escasez.” Organizaciones internacionales como la FAO han dicho que hay suficiente producción de alimentos, de granos básicos, de arroz, de maíz, de frijoles, para alimentar a cada niño, a cada mujer, y a cada hombre sobre la faz de la tierra con 3,000 calorías al día – lo cual es mucho más alto que el promedio de consumo en EE.UU. ¿Por qué tendría que existir y persistir la malnutrición crónica en países donde hay abundancia de alimentos como Brasil y la India por ejemplo? ¿O en partes de África y Asia donde algunos 200 millones de personas “viven” tan severamente malnutridos que no tienen energía para funcionar normalmente como seres humanos? Si el orden mundial ha sido socialmente organizado para la explotación del hombre por el hombre, ¿Cuál es el problema que este orden mundial no pudiese estar organizado socialmente para la cooperación y el bien común? Hay voluntad religiosa, hay voluntad moral, hay voluntad compasiva, hay voluntad idealista, pero lo que se necesita es una VOLUNTAD POLÍTICA de parte de los que se creen los “amos del mundo” para cambiar esas estructuras de injusticia, de explotación, de comercio injusto, de alta concentración de la tierra, y de dominación en el mundo. Eso es lo que no hay, y es allí donde estriba la solución al problema. ¿Os parece a ti que al estar hablando de una voluntad política para acabar con el hambre mundial es una utopía? Para mí, NO. Si tú puedes gastar billones de dólares en una guerra de invasión militar contra un pueblo, digamos Irak, eso significa que hay una voluntad política en marcha para perseguir “grandes proyectos” en el mundo. Por supuesto, otra cosa es que esa voluntad política invasora haya sido absurda, enferma y sin sentido. Pero lo que no podéis negar es que esa voluntad política absurda y sin sentido fue materializada y existe con toda una infraestructura y logística al mando de los principales amos y señores del mundo. Si eso es así, ¿Por qué no podría existir una voluntad política razonable con esas mismas fantásticas cantidades de dinero, infraestructura y logística, para preparar una “invasión,” por así decirlo, contra el hambre mundial? Si bien es cierto que a esos señores “amos del mundo” no les importa que millones de gente se muera de hambre, pues yo creo que por aquella misma lógica les debería importar. Supongamos que EE.UU., por alguna razón, no podría ni debería hacerse cargo de todo el paquete; pues está bien. Sabemos que la invasión militar contra Irak tomó lugar con una concertación de voluntades políticas. Allí participaron la voluntad política de la Gran Bretaña de Toni Blair, de la España de José Aznar, y de otros cuantos líderes políticos, y para colmo hasta con la complicidad de la ONU. ¿Por qué no podríamos entonces concebir una similar concertación de voluntades políticas de los principales países desarrollados para montar una infraestructura de “invasion” mortal contra el hambre y la pobreza en el mundo? Así que, si el “orden mundial” quiere seguir siendo “asesino” será porque esa sea su vulgar pasión, pero no porque no pueda haber una vocación de solución al problema dentro del campo de lo posible y lo realizable. Y no estoy hablando de “caridad.” Estoy hablando de una transformción de estructuras económicas y sociales como una obligación moral y política que se supone deberían de tener estos señores “amos del mundo” para con aquellos que su “orden mundial” ha convertido en los “condenados de la tierra.” Si nos encanta ufanarnos en hablar de "humanidad" y de un “nuevo mundo,” ¿Por qué no podemos disponer esos recursos que desperdiciamos en guerras injustas para acabar de una vez por todas con ese miserable espectáculo del hambre en el mundo? ¿Por qué no podemos en vez de bayonetas usar la creatividad para cambiar las reglas del juego de la dominación entre las naciones, para cambiar las estructuras productivas y de tenencia de la tierra, los mecanismos financieros y monetarios y comerciales; y en su lugar establecer nuevas estructuras de oportunidades donde todas las personas puedan ganarse la vida con dignidad? ¿Por qué no podemos? --Wilfredo Gutiérrez |
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