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Socialismo Bolivariano: Perspectiva Histórica del Manifiesto Comunista Vivientefranzlee, Thursday, August 30, 2007 - 18:07
Franz J. T. Lee
Por Franz J. T. Lee El marxismo, al igual que la misma Revolución Bolivariana no cayó del cielo azul, como maná importado, sino es simplemente histórico, es un producto histórico del actual modo de producción y destrucción, o sea del capitalismo. El marxismo es su verdadera negación dialéctica, es una parte intrínseca de la propia historia natural y humana, y de la auto-defensa revolucionaria de los trabajadores. Cualquier cosa histórica que se encuentre en proceso dialéctico y que sea contradictoria, en otras palabras, viva, nunca se puede volver obsoleta, nunca puede terminar en el basurero de la historia. Así que, condenar al marxismo de forma miope y sin cerebro a la obsolescencia ideológica, significa primero un llamado a la barbarie y a la ciega destrucción por parte del capitalismo, luego la destrucción de la historia viviente y finalmente la execración global de la propia humanidad. No es extraño que el estalinismo, el fascismo, el nazismo, el apartheid, el sionismo, el capitalismo, el imperialismo, el neo-liberalismo, la democracia burguesa y la jerarquía de la Iglesia sean todos anti-comunistas y anti-marxistas. ¿Deberíamos realmente sentir también su odio anti-trabajador? Por lo tanto, por todas esas razones, como libertadores, tenemos que tener mucho cuidado, tenemos que ser muy precisos en lo que decimos, lo que hacemos y lo que diseminamos a escala global. Dentro de la actual discusión teórica de los futuros ‘militantes’ socialistas en Venezuela, referente a la fundación del nuevo PSUV venezolano, así como la necesaria reforma constitucional y especialmente a lo que debe ser la esencia política del socialismo bolivariano, es cada vez más pertinente formular nuestros proyectos gubernamentales, nuestras políticas y nuestros conceptos operacionales con mucho cuidado; es decir, con la incisión científica y la precisión filosófica necesarias. Una práctica indiferente y repetitiva acompañada por una correspondiente ideología osificada aprendida al caletre, que generalmente utiliza ideas fijas obsoletas, absolutas y absolutistas basadas en antiguas creencias opresivas, heredadas de una época del pleistoceno donde reinaban las relaciones amo-esclavo, ciertamente pondrán en peligro al socialismo bolivariano en su lucha de vida o muerte contra el globofascismo metropolitano. En el actual mundo apocalíptico de la globalización, en el cual el imperialismo corporativo metropolitano ya ha desarrollado y planificado el uso mortal de una tecnología oculta y de armas de destrucción masiva contra las fuerzas laborales obsoletas, somos muy pocos los capaces de reconocer el gran peligro en que se encuentra la humanidad actualmente. Miles de millones de los ‘condenados de la tierra’ no tienen la más mínima idea sobre los proyectos de guerra del pasado como lo eran ‘Manhattan’, ‘Paper Clip’, ‘Philadelphia I y II’, ‘Phoenix I, II y III’, Mkultra, ‘Manchurian Candidate’, ‘Yellowcake’ o ‘Rainbow’. Mucho menos sabemos sobre los correspondientes proyectos sucesores que son lógicamente más sofisticados aún. Bienaventurada la ignorancia. En cuanto a HAARP, el incidente de Roswell, los ‘círculos de trigo’ de Inglaterra, los ‘Extraterrestres del Pentágono’, los scramjet y los ovni que pasan por el Pico Bolívar casi mensualmente, los señores Murdoch, Cisneros & Co. nos dejan en el oscurantismo total. Realmente, aquí en nuestro planeta tierra, en el tercer milenio, es bastante insuficiente y triste el verdadero nivel de ‘información’ y el grado de ‘educación’ sobre cualquier cosa del pasado, presente o futuro, que tiene que ver con la emancipación de las masas trabajadoras. En las escuelas y universidades, los temas referentes al socialismo, marxismo y la historia de las luchas de clases de todos los trabajadores, han sido expulsados de los procesos modernos de socialización. En los principales medios masivos globales, la eterna avalancha de campañas de desinformación y las mega-mentiras sobre Venezuela, fabricadas deliberadamente, ya han alcanzado niveles patéticos y criminales. La guerra de las ideas es feroz y no estamos suficientemente armados para la actual batalla que precede a las invasiones violentas. Así que, es importante que volvamos a refrescar nuestra memoria transhistórica o por lo menos que pensemos, captemos y estudiemos por primera vez por nosotros mismos la praxis y teoría revolucionaria de libertadores del pasado como lo eran Simón Bolívar, José Martí, Patrice Lumumba, Walter Rodney y Ho Chi Minh. Si estamos interesados en la realización del socialismo y la emancipación a escala mundial, entonces una conditio sine qua non es estudiar los actos y las ideas anti-capitalistas de los padres vivientes del socialismo científico y filosófico, Karl Marx y Friedrich Engels, especialmente su Manifiesto Comunista, que fue la primera teoría proletaria científica y filosófica de la globalización, su contradicción dialéctica inherente, su afirmación burguesa y su negación proletaria. Claro, al contrario a Plato o Jesucristo, quienes vivieron milenios atrás, muchos pensamos que Marx y Engels, quienes en 1883 y 1897 todavía estaban vivos, son ‘obsoletos’, y que no se merecen los actuales titulares de las últimas noticias a nivel global. Esta fraseología ideológica está muy lejos de la verdad ardiente. El socialismo científico y filosófico marxista nunca era tan actual como hoy. De hecho, en su discurso del 25 de agosto del 2007, cuando hablaba de la reforma constitucional, el Presidente Hugo Rafael Chávez Frías utilizo dos veces un concepto científico marxista central, que es la ‘práxis’ (el concepto original alemán utilizado por Marx). Sabemos que en su análisis social de clases, Aristóteles lo utilizó para diferenciar la ‘herramienta que habla’ del zoon politikon, del ciudadano de la polis. Sin embargo, en Venezuela la ‘práxis’ teórica marxista en lugar de la ‘práctica’ ideológica, gana cada vez más terreno. Los académicos eruditos socialistas saben que el Manifiesto Comunista, redactado hace casi 160 años por Karl Marx y Friedrich Engels (en vísperas de las revoluciones europeas de 1848), es el documento político más poderoso jamás escrito y que sigue siendo uno de los panfletos más populares. De hecho, “según el Libro Guinness, el Manifiesto Comunista permanece en segundo lugar después de la biblia como libro más vendido de todos los tiempos. El año anterior, cuando en Gran Bretaña se produjo una nueva edición en miniatura, los publicadores quedaban sorprendidos ante el hecho de que se habían vendido más de 60 mil copias.
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