Qué lecciones sacar del movimiento de Oaxaca?

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A la clase proletaria:
El actual cambio de gobierno en México no augura nada bueno para los trabajadores explotados: obreros, empleados, jornaleros, campesinos pobres.

Después de haber asumido Calderón la presidencia, el Estado burgués, con toda su fuerza –policía, jueces, medios de difusión- ha continuado y acentuado la represión contra los trabajadores en lucha en Oaxaca. Luego de que la Policía Federal Preventiva y otras fuerzas represivas deshicieron el “plantón�? que se mantenía en la ciudad de Oaxaca, con un saldo de cientos de heridos y presos, se ha instaurado y mantenido un verdadero estado de urgencia, con patrullajes, cateos a casas, toque de queda, no solamente en la ciudad sino en todo el estado. Es esta la concreción de las declaraciones del “nuevo�? gobierno acerca de “combatir la inseguridad�? y “mejorar las condiciones de vida de los soldados�?, es decir, el fortalecimiento de la policía y el ejército, y el aplastamiento de todo movimiento de protesta social.

En el plano de la economía mundial, se acumulan las señales de una nueva recesión abierta, lo que significa ahora ataques redoblados del capital contra las condiciones de vida y de trabajo de todos los proletarios.

Ante esta situación, la cólera obrera, el descontento de los trabajadores y su sentimiento de que “hay que hacer algo�?, de que deben luchar de algún modo para defender sus condiciones de vida, crece por todas partes, como lo hemos visto en los últimos meses, no solamente con el movimiento de Oaxaca, sino también con otros movimientos y huelgas por todo el país –a pesar de que los medios de difusión han tenido la precaución de darles la menor publicidad posible (Volkswagen, cañeros, mineros, Colegios de Bachilleres, Normal de Ayotzinapa…). Sin embargo, ante el callejón sin salida en que hemos visto quedar atrapados la mayor parte de estos movimientos sociales, y particularmente el de Oaxaca que, luego de cinco meses de encarnizada resistencia terminó en la represión y persecución, la pregunta que se plantea al proletariado hoy es ¿CÓMO LUCHAR EFICAZMENTE? En otras palabras ¿Cómo puede la clase proletaria defender sus intereses ante la impresionante maquinaria del Estado capitalista? El movimiento de Oaxaca deja muchas enseñanzas para sus próximas luchas.

Qué reivindicaciones para la lucha?

En Oaxaca, el movimiento había comenzado con la huelga magisterial por demandas salariales (la “rezonificación�?). Sin embargo, después de la primera ola de represión del gobierno estatal, el movimiento, aunque se amplió a otros sectores, dio un giro hacia una demanda que representaba una trampa, un verdadero callejón sin salida para los trabajadores: la “destitución del gobernador�? para “democratizar�? al estado, es decir, hacia una demanda ajena a sus intereses y que solamente les encerraba en una pugna por el gobierno de Oaxaca entre diferentes fracciones de la burguesía. Ésta les alejó de la lucha por la defensa de sus propios intereses como trabajadores, y dejó a merced de las fuerzas represivas de la burguesía.
Así, el primer aspecto por el que los trabajadores deben batirse es el mantener su lucha en su propio “terreno de clase�?, en otras palabras, impedir que el movimiento por sus reivindicaciones económicas –aumento salarial, mejores condiciones de trabajo, contra los despidos, etc.- sea desviado, especialmente hacia una lucha que les lleva a ponerse detrás de una fracción del capital, sea de izquierda o de derecha, en un terreno “democrático�? que no es el suyo. El reforzamiento del movimiento no se dará si los trabajadores abandonan sus reivindicaciones inmediatas sino, por el contrario, dándoles a éstas una dimensión más amplia, que abarque a toda la clase proletaria; esto con el fin de que otros sectores de trabajadores puedan reconocerlas como suyas y, a partir de allí, sumarse a la lucha. Por ejemplo, detrás de la demanda de “rezonificación�? de los maestros oaxaqueños se encuentra la lucha por un aumento salarial –demanda en la que puede reconocerse cualquier trabajador explotado. La burguesía está consciente de este peligro para ella, y es por ello que hace todo lo posible para desviar a los obreros de sus legítimas reivindicaciones inmediatas y de su terreno de clase.

Cómo llevar a cabo el combate?

Es a partir de la lucha por sus demandas inmediatas que los trabajadores deben tratar de extender el movimiento a otros sectores. Esta es una cuestión crucial que se le plantea a cada lucha, y de la que depende, en gran parte, su resultado. Algo que también sabe la burguesía y es por ello que siempre, a través de los sindicatos y de las organizaciones de izquierda e izquierdistas, hace todo lo posible por aislar cada lucha por sector, por empresa, o hasta por zona (como en el caso de los maestros). En el caso del movimiento de Oaxaca, a pesar de que se sumaron algunos sectores de campesinos pobres y estudiantes con los maestros de primaria en “plantón�?, en lugar de tratar de extenderse a partir de las demandas salariales de los maestros –cosa que el sindicato bloqueó-, quedó aislado, encerrado en la trampa de una “demanda democrática local�? –la destitución del gobernador- ante la cual los trabajadores de otras regiones, e incluso de la misma Oaxaca, no podían sentirse realmente concernidos.
Asimismo, Oaxaca ha demostrado, a gran escala, la ineficacia de “formas de lucha�? tales como los “plantones�?, “caminatas�? o “huelgas de hambre�?, que solamente conducen al desgaste físico y moral de los propios trabajadores en lucha. De este modo, estaban reunidas todas las condiciones para que se abatiera la represión.
En lugar de esta forma de lucha que les expone a un desgaste inútil de semanas o meses, que les aísla y los deja a merced de las fuerzas represivas, los trabajadores deben buscar otras formas de lucha que conduzcan sobre todo a una verdadera extensión del movimiento a las fábricas y empresas de los alrededores, sobre la base de reivindicaciones obreras comunes, llevando a cabo huelgas en las cuales los trabajadores, en lugar de quedarse de “guardia�? o “plantón�?, salgan en delegaciones amplias a llamar a otros sectores a unirse a la lucha, organizando manifestaciones de calle lo más masivas, combativas y unificadas que sea posible. Si hay algo que puede frenar –así sea temporal y parcialmente- un ataque de la burguesía contra las condiciones de vida de los trabajadores, y algo que pueda descartar la amenaza de represión (o, si es necesario, enfrentarla eficazmente), es un movimiento de esta naturaleza (masivo y unificado), que no esté bajo el dominio de las organizaciones de control de la burguesía (sindicatos, partidos de izquierda e izquierdistas).

Obreros industriales y de servicios, jornaleros agrícolas, empleados públicos, maestros, trabajadores de la salud, estudiantes de familias asalariadas, pensionados, desempleados, subempleados…! ¡Proletarios!

Hoy más que nunca, la situación histórica que vivimos exige tomar conciencia de la grave pero imperiosa responsabilidad que pesa sobre los hombros de la clase proletaria. La represión al movimiento de Oaxaca es solamente el episodio más reciente de la ofensiva política que lleva a cabo desde hace meses la burguesía para entrampar a los proletarios en falsas alternativas tales como la de “democracia o represión�?, “izquierda o derecha�? (“López Obrador o Calderón�?), con el fin de dejarlos inermes y finalmente reprimirlos.
Esta ofensiva de la burguesía mexicana, a su vez, es solamente la variante “nacional�? de la ofensiva política que el conjunto de las burguesías de todos los países del mundo desarrolla contra la clase obrera, para vencer su resistencia y atarla detrás de los intereses de “su�? propia burguesía nacional, en la perspectiva de una nueva guerra imperialista mundial, única salida a la quiebra del capitalismo.
El movimiento de Oaxaca debe servir de experiencia para los futuros combates de la clase obrera. Si bien pone en evidencia cierto número de trampas que debe evitar, no deja de ser, para ésta, un ejemplo a seguir, tanto desde el punto de vista de la determinación, como de la valentía expresadas por los trabajadores en lucha. Por todas partes los proletarios deben tomar conciencia, no solamente de que es necesario luchar así para defender sus condiciones de vida y trabajo, sino también de que su lucha es crucial para el futuro de la humanidad.
Su resistencia de hoy prepara sus combates decisivos de mañana, los que echarán abajo al capitalismo, este sistema que no puede aportar a la humanidad más que miseria creciente, hambre y muertos.

Fracción Interna de la CCI Boletín Comunista 8 de diciembre de 2006.

: inter1925@yahoo.fr

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