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Venezuela 2006: Anarquismo contra viento y mareaAnonyme, Thursday, March 9, 2006 - 18:30
Comisión de Relaciones Anarquistas, Venezuela
Desde el exterior, continuamente se nos pide resumir los puntos básicos de nuestro enfoque sobre la actual situación venezolana. Estimamos que ello puede hacerse en base a dos textos recientes del equipo redactor de El Libertario, documentos ya divulgados vía Internet en versión completa de los que ha sido posible entresacar nuestras propuestas esenciales. º Ni anarquismo vergonzante ni anti imperialismo desvergonzado: Réplica a P. Moras El artículo « Anarquismo, antiimperialismo, Cuba y Venezuela » , de Pablo Moras, ha sido un nuevo intento por anular, desde la falsificación y el desconocimiento, nuestra perspectiva sobre la realidad venezolana. Empecemos recalcando que, como se deduce rápidamente al leerle (puede ubicarse en diversos lugares de Internet), Moras ignora cosas esenciales en torno a la realidad venezolana actual. Aun cuando se toma la molestia de saludar a lo que llama colectivo El Libertario, luego cuestiona a los grupos ibéricos que nos ven como referencia para entender lo que pasa en estas tierras. Pese a ello, parece desconocer totalmente los planteamientos concretos que hacemos en las páginas del vocero de la CRA, en otros materiales impresos que hemos producido, en nuestro website y en las abundantes contribuciones que continuamente divulgamos en múltiples medios alternativos, de cuyo conocimiento hubiese podido extraer anticipada imagen de lo que condensaremos en esta réplica. De hecho, la falta de noción de lo que ocurre por aquí se evidencia en lo escuetos y genéricos que son los párrafos y líneas donde Moras hace alusión directa a Venezuela, contenidos sobre los cuales insistiremos pues en base a afirmaciones de carrerilla se quieren invalidar los amplios análisis que venimos difundiendo en El Libertario sobre el régimen chavista y la coyuntura nacional desde que Chávez ascendió a la presidencia en 1999. Una lista completa de esos trabajos está en la sección ÿndice Temático de nuestra página web www.nodo50.org/ellibertario. En el plano más general, es un absurdo promover esa idea tan Komintern según la cual es « avance popular » y/o « anti imperialismo » todo aquello que se autodefine de dicho modo. Para el caso venezolano, los fulanos avances populares en educación, salud y alimentación solo pueden ser vistos como tales desde un desconocimiento absoluto de la historia local, pues a partir de mediados del siglo XX la renta petrolera permitió satisfacer ciertas necesidades en esas áreas a cambio del apoyo clientelar que recibía la élite en el poder, exactamente lo mismo que sucede hoy (Un análisis detallado al respecto en « Un Cardenal sermonea sobre las misiones » , El Libertario, # 45, noviembre 2005). Sobre el anti imperialismo de Chávez, hemos mostrado con amplios detalles (ver las secciones Petróleo, Coyuntura venezolana y Luchas y movimientos sociales en Venezuela del citado ÿndice Temático) cómo este gobierno ha cedido servilmente ante las exigencias imperiales para controlar lo que a la globalización capitalista le interesa en Venezuela: fundamentalmente en tanto fuente de suministros energéticos y algunas otras materias primas, manteniéndonos como comprador de productos manufacturados, incluso los que estamos en capacidad de producir o que hasta hace poco hacíamos. El Comandante podrá vociferar los insultos que le de la gana contra la persona de Bush, pero ese anti imperialismo de bocazas no es nada mientras siga cediendo a Chevron, Conoco-Phillips o Repsol el control de las reservas de petróleo y gas, a Telefónica las telecomunicaciones, al Grupo Santander y al BBV el sector bancario, a Cristallex la minería del oro y a Vale Do Río Doce o a Peabody los recursos carboníferos. Cuando Moras habla de Venezuela, hace afirmaciones del todo insostenibles. Por ejemplo, se refiere a obreros y campesinos en lucha, aludiendo a los imaginativos cuentos que la propaganda chavista difunde en el exterior sobre tomas de fábricas y haciendas, situación que solo ha ocurrido en términos muy limitados y bajo control del gobierno, que estatiza empresas agrícolas e industriales en bancarrota o con graves problemas judiciales, operándolas bajo régimen de capitalismo estatal y sin ninguna intención de dejarlas en manos de sus trabajadores. Quizás esos obreros y campesinos en lucha sean el modo en que Moras gusta imaginar a los burócratas sindicales oficialistas de la central UNETE, que con verborrea de izquierdas sirven de coartada legitimadora a los modos de opresión que ahora padecen los trabajadores. Al respecto, basta referirse a la conducta del gobierno con sus propias empresas cogestionarias, aparte del hecho de que la estructura de mando en la administración gubernamental está en su mayoría en manos de militares y ex-militares. Para una descripción puntual de esta situación, se pueden consultar los artículos de la sección Sindicalismo y entorno laboral de nuestro ÿndice Temático, en particular: « Fábricas tomadas: mitos, realidades y una postura libertaria » (# 38), « Cogestión bolivariana-socialista » (# 43) y « Venepal no es de los trabajadores » (# 43). En cuanto al golpe de abril del 2002, Moras repite sin chistar lo de que fue « frustrado por el pueblo » , hipótesis más que discutible para cualquiera que se asome en los detalles de las manipulaciones de poder ocurridas entre el 10 y el 13 de abril de 2002. Sobre dicho tema, hemos divulgado vía Internet el folleto « Una encrucijada hacia ninguna parte » (www.nodo50.org/ellibertario/folleto-abril-02.doc), recopilando lo esencial que en su momento anotamos sobre tal circunstancia, en ningún caso comprensible en esos términos banales que han difundido la propaganda del chavismo y sus fieles en el exterior. Por otra parte, Moras presenta una idílica visión de sectores populares autoorganizándose, lo que sería un resultado del proceso chavista. Aquí remitimos al muy preciso cuadro que hemos descrito en El Libertario sobre cómo este régimen - con el valioso concurso de sus opositores socialdemócratas y de derechas - ha sido obstáculo importantísimo para que avance la organización social autónoma, puesto que se han impuesto agendas políticas que han desnaturalizado la movilización social hasta el punto de casi hacerla desaparecer. La transformación de los círculos bolivarianos en grupos meramente pro-electorales (ahora con el nombre de Unidades de Batalla Electoral) es un claro ejemplo. Las referencias más recientes en este caso, entre muchas otras incluidas en la sección Coyuntura Venezolana donde discutimos el tema, son los artículos: « Más allá del Referéndum » (# 39), « Propuestas para la coyuntura inmediata » (# 39), « El eclipse de los movimientos sociales » (# 40) y « El socialismo chavista » (# 42), además de los editoriales de casi todas nuestras ediciones de 2004 y 2005. La suposición clave de Moras sobre este asunto sería que es traidor « impulsar la lucha contra el Estado venezolano » pues se estaría « dándole la espalda a amplios sectores que se están autoorganizando » . Como señalamos en esos textos y es fácilmente verificable en la realidad local, lo de la autoorganización es una gigantesca mentira, y la grotesca experiencia con la organización teledirigida de cooperativas es muestra evidente de ello, pues lo que ocurre bajo el manto de la seudo-revolución bolivariana es encuadramiento clientelar que devotamente sigue al líder iluminado. Por lo tanto, la única opción para los anarquistas es impulsar la autogestión fuera de esa organización institucionalizada cuyas consignas, financiamiento y dinámica vienen del caudillo y sus secuaces. Ver « debilitamiento del capitalismo » y « tímidos avances de la economía y la cultura socialista » suena muy diplomático para quedar bien con los deudos del marxismo-leninismo que aúpan a Chávez, pero es ignorar lo eficaz que ha sido el régimen para promover el control por las transnacionales de procesos claves de la economía local, así como otros rasgos que son negación absoluta de cualquier socialismo. ¿Es acaso debilitamiento del capitalismo sustituir a la burguesía rentista de la IV República por una burguesía rentista « bolivariana » ? ¿Cabe presentar como avance popular que vayan tan mal como 10 ó 20 años atrás indicadores claves de bienestar en salud, vivienda, alimentación, empleo, seguridad social, etc., bajo el gobierno que ha tenido el ingreso petrolero más grande en la historia venezolana? (ver toda la información estadística disponible en www.derechos.org.ve). ¿Es inherente al anti imperialismo la incondicionalidad al caudillo único y el culto a la pedestre sabiduría que emana de sus interminables presentaciones en TV? ¿Es avance de la economía socialista constituir por decreto cooperativas para vender desayunos o cuidar jardines de la empresa petrolera estatal, mientras ésta sigue dando enormes contrataciones a esa Halliburton tan conocida en el Iraq ocupado por los yankis? ¿Es una muestra de cultura socialista que militares activos o en retiro hayan tomado por asalto el control del aparato estatal, y que de tal cepa castrense esté surgiendo el grueso de la nueva burguesía rentista? ¿Alguien puede pensar en serio que la corrupta élite de lacayos del líder que hoy gobierna Venezuela es la vanguardia esclarecida del cambio revolucionario anticapitalista?... Es inaceptable que el anti imperialismo chavista, de mucho ruido y pocas nueces, sea excusa para inducir a que el movimiento anarquista se sume al coro de esa izquierda marxista de ingenuos y traficantes que hoy sacraliza al militar venezolano. Sí se quiere comprender mejor la situación del país no es posible quedarse únicamente en la imagen tramposa que nos venden, cada uno por su lado pero en sospechoso contrapunto, el chavismo gobernante o sus opositores de derecha y socialdemócratas. En la CRA y El Libertario hemos asumido un camino sin duda difícil, pero coherente con ideal ácrata, construyendo una visión y una ruta de acción que rompa con esa disyuntiva tramposa de los contendientes por el poder. Frente a esas pandillas, no es posible optar por un quimérico « menos malo » o por un imposible « aliado táctico » , pues hacerlo significa que abandonemos lo que hay de específico e irrenunciable en el ideal anarquista. Que Moras esté dispuesto a hacerlo y promoverlo ¡allá él!... Nosotros seguiremos en esta lucha, porque llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones y ese mundo nuevo está creciendo ahora mismo. º Al habla sobre la situación venezolana - Sabemos que Ustedes viven una lucha en tres frentes: a) con los grupos de la seudoizquierda chavista instalados en el poder; b) con la oposición antichavista dirigida por la socialdemocracia y la derecha; y c) con los grupos o partidos de la izquierda tradicional. Por tal razón, ¿podriamos hablar de un « ghetto » impuesto por el Estado-poder, la derecha con sus aliados socialdemócratas y la izquierda tradicional para los anarquistas de su país, o es un repliegue necesario? * Cualquiera que sea la situación político-social de un país, quienes ejercen (o aspiran ejercer) cualquier expresión de poder opresor, intentarán someter todo síntoma de lucha libertaria consecuente, construyendo « ghettos » de represión franca y/o encubierta donde confinarla. De manera que enfrentar esa intención del poder es casi que inherente a ser anarquista, labor que debemos cumplir sin desmayo y, sobre todo, sin asumir resignadamente la supuesta condición inevitable de excluidos. De ningún modo en la CRA nos replegamos o encerramos en nuestra caparazón esperando tiempos mejores, y quien tenga contacto directo con nuestra actividad o hasta simplemente lea El Libertario con atención y asiduidad, encontrará sobrada evidencia de que para nada somos un grupo que se cocina en su propia salsa. - Nos da la impresión que el triunfo del abstencionismo en las elecciones pasadas (04/dic/2005), y el repliegue de grupos de la lucha civil hacia la « no-participación » , es un caldo de cultivo para cocinar iniciativas estatistas (chavistas) e imponerlas por la fuerza, ¿qué tan cierta resulta nuestra percepción? * Aclaramos que según las propias estadísticas oficiales el abstencionismo, entendido como no participación en un proceso electoral de sectores de la población que tendrían derecho a hacerlo por ser de nacionalidad venezolana y tener edad para votar, ha sido mayoría en todos los comicios ocurridos en el país desde 1989, incluso durante el Referéndum Revocatorio Presidencial de 2004, cuando las pandillas de la oposición polítiquera y el gobierno demagogo hicieron un supremo esfuerzo por convocar a esa masa descreída. Es errado calificar como grupos de lucha civil a ciertos personajillos de oposición que ahora juegan oportunistamente a la abstención, pues se trata de gente que de ningún modo puede verse como expresión de fuerzas sociales reales en la Venezuela actual. Por lo demás, sin duda que el régimen chavista procura imponer mecanismos de control estatista en los más diversos ámbitos, pero siendo un gobierno tan corrupto e inepto, que además se ciega pensando que construye sólidos apoyos populares convirtiendo a una parte de la población más pobre en clientela dependiente de las limosnas estatales, le va a costar lo suyo para avanzar algo en esa quimera contradictoria que llama « socialismo del Siglo XXI » , que a fin de cuentas nos está llevando a un capitalismo subdesarrollado del Siglo XIX. - De la misma forma, consideramos que la lucha anarquista venezolana quedó atrapada entre un mar de propaganda llamada « anti-imperialista » , fomentada por lo que en LRN-ci llamamos el eje Kirchner-Chávez-Morales-Castro, ¿es cierto?, y si es así, ¿la resistencia anarquista venezolana tendrá que redoblar sus esfuerzos? * No entendemos cómo se tiene esa percepción, pues quien haya seguido de cerca nuestra acción y nuestras reflexiones, encontrará que no nos hemos dejado engañar por la tramposa disyuntiva de « estás con Chávez o sino estás con Bush » , pues claramente hemos expuesto las evidencias para desmontar esa farsa. No ha sido fácil sostener esta posición, que se sale de los esquematismos simplones que han conducido a la izquierda latinoamericana de fracaso en fracaso por más de 80 años, y el esfuerzo redoblado para mantenerla siempre ha estado a la orden del día, pero esa consecuencia nos empieza a dar resultados, sin duda modestos pero ciertamente esperanzadores, que además se enmarcan en la renovada actividad y presencia del anarquismo en América del Sur, que por cierto aún es una expresión política de minorías pero que entre la década de 1990 y hoy ha hecho avances que resultan, cuantitativa y cualitativamente, muy importantes en comparación que lo que ocurrió en las cinco o seis décadas anteriores. El reto que tenemos es convertir ese modesto renacimiento en capacidad de incidir significativamente en esos procesos de cambio social positivo que con urgencia reclama nuestro continente. - El eje Kirchner-Chávez-Morales-Castro tiene varias caras: se presenta por un lado, como el triunfo de la democracia parlamentaria, y por el otro, como bandera de lucha contra el imperio; a su vez, como mediatizador de los movimientos populares y en consecuencia, como un catalizador de las resistencias civiles, ¿que muralla de lucha anteponen los anarquistas venezolanos en la parte que les toca? * Entendemos que se pregunta sobre nuestra propuesta central de acción para la actualidad, sobre lo cual citaremos un párrafo del Editorial de El Libertario # 44: « No somos ni queremos ser contendientes por el control del poder institucionalizado: somos anarquistas y aspiramos a que desaparezcan tanto el poder estatal como toda otra estructura jerárquica opresiva. Esto no es mera profesión de fe; para nuestra acción aquí y ahora significa asumir el compromiso de promover y potenciar la autonomía de cualquier movimiento social consecuente. Siendo así, no nos interesa erigir 'movimientos sociales anarquistas', que serían tan inútiles para un avance colectivo en positivo como los difuntos círculos bolivarianos o esos partidos de oposición disfrazados de ONG’s. Apostamos por movimientos sociales que construyan dinámicas de acción y organización independiente, basados en la participación más amplia a todo nivel, que permitan reconquistar o construir modos de acción directa y autogestión ajenos al control del Estado u otra instancia de opresión, pues solo así se consolidarían espacios compartidos de libertad e igualdad en solidaridad que serán germen y soporte de ese futuro por el que luchamos. En fin, nuestra oferta se puede resumir en la sentencia de John Holloway: cambiar el mundo sin tomar el poder. » - Ante todo este panorama, ¿la CRA - El Libertario estimaría oportuno un trabajo mas amplio de difusión de las ideas anarquistas?
Contacto con la CRA - El Libertario
Página web de El Libertario y de la Comisión de Relaciones Anarquistas de Venezuela
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