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Periodistas asesinados en Latinoamerica superan a los caidos en guerra de IraqAnonyme, Monday, January 26, 2004 - 11:43 (Analyses)
Hernán Uribe
En un informe presentado al IX Congreso de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y que abarca hasta octubre de 2003, anotábamos que en América Latina se había se asesinado a 15 periodistas en tres países de América Latina, pero entre noviembre y diciembre se registra la muerte de otros cuatro (total 19) en tanto que las naciones en que ocurrieron los crímenes aumentan a cinco. Esto significa que en la región hubo más víctimas de este tipo que en la guerra de Irak donde cayeron 14 profesionales. Argenpress En un informe presentado al IX Congreso de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP) y que abarca hasta octubre de 2003, anotábamos que en América Latina se había se asesinado a 15 periodistas en tres países de América Latina, pero entre noviembre y diciembre se registra la muerte de otros cuatro (total 19) en tanto que las naciones en que ocurrieron los crímenes aumentan a cinco. Esto significa que en la región hubo más víctimas de este tipo que en la guerra de Irak donde cayeron 14 profesionales. (Ver informe-balance anterior en www.ciap- felap.org). En una investigación sobre el pasado año, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) se dice que en todo el planeta fueron 83 los periodistas muertos por la violencia, 13 más que en 2002 y aclara que 18 otros casos se están investigando. Menciona a Irak, Filipinas y Colombia como los países con mayor número de asesinados. Sorprende que el Comité de Protección a Periodistas (Committee to Protec Journalists) (CPJ) con sede en Nueva York hable de sólo 36 muertos en 2003, entre ellos 13 de Irak. Se explica, empero, porque su criterio es considerar solamente a quienes han sido agredidos en el acto de reportear. Criterio éste, muy dudoso si sabemos que muchos colegas, como en el caso de Colombia han sido eliminados a balazos, en carreteras, en las calles de las ciudades, al llegar a sus lugares de trabajo, e incluso en sus propias residencias. CPJ precisa, sin embargo que, además de los 13 que, expresa, perdieron la vida en 'acciones bélicas', otros seis fallecieron en accidentes o por enfermedades. Se cuida de sostener, como es verdad, que varios fueron simplemente asesinados por la soldadesca estadounidense. Nuestra fúnebre región Los últimos asesinados en América Latina y sus circunstancias son los siguientes: Honduras: Germán Antonio Rivas fue muerto de un tiro en la cabeza el 26 de noviembre pasado en la ciudad de Santa Rosa de Copán, fronteriza con Guatemala. Era director de Canal 7 de Televisión, perteneciente a la Corporación Maya de Visión. Se afirma que es el primer periodista asesinado en la historia de Honduras. En febrero de 2003 había escapado con vida cuando le dispararon mientras estacionaba su auto frente a su residencia. Costa Rica: Ivannia Mora Rodríguez, de 33 años, murió el 23 de diciembre último cuando dos sujetos le dispararon, casi a quemarropa, desde una motocicleta mientras ella conducía su automóvil por las calles de San José , la capital del país. Henry Bastos, otro periodista y su acompañante en el vehículo, resultó ileso. Colombia: En este país las víctimas son dos. El 18 de diciembre fue herido de muerte por disparos, William Soto Cheng, de 46 años, agredido cerca de su sitio de trabajo, el canal de televisión Telemar, de Puerto de Buenaventura (Valle del Cauca). Uno de los disparos lanzados por dos sicarios desde una motocicleta, le dio en la cabeza. Los cadáveres de la periodista Adriana Rodríguez Durán, de 25 años y de su amiga Ana María Valencia Chaparro, fueron encontrados en una cueva del parque Natural Tairona, el uno de enero por lo que se presume que el crimen se perpetró en diciembre . Adriana trabajaba en una oficina de comunicaciones de Naciones Unidas en Colombia. En el total de 17 víctimas incluidas en el reporte anterior (Octubre) figuran nueve colombianos,(ahora suben a 11) de manera que esa nación se lleva las trágicas palmas como la más peligrosa del subcontinente - y tal vez del mundo - para el ejercicio del periodismo. Según un estudio de la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP, Bogotá), aparte de los caídos, hubo otra clase de agresiones lesivas para la libertad de expresión. Se comprobó, por ejemplo, 54 amenazas de muerte, con el resultado de que varios periodistas están impedidos de salir del casco urbano o practican, de hecho, la auto censura. En Arauca, aparecieron listas negras de periodistas con el efecto de que l2 abandonaron la región. Se produjo, asimismo, 11 secuestros y siete informadores optaron por el auto exilio. El Programa de Protección a Periodistas (gubernamental) atendió el 90% de los casos de amenazas, pero, opina FLIP, ese organismo debería mejorar su eficacia. Conspiradores des-informativos En 2003 prosiguió con fuerza la campaña de imputaciones falsas en contra de Cuba y Venezuela a cargo de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de Reporteros Sin Fronteras (RSF), entidad esta última que se dice integrada por periodistas, aunque en la práctica sigue al pie de la letra las instrucciones de los empresarios agrupados en la SIP. Ambas se guían únicamente por los principios capitalistas, rechazan la tangible existencia de otros sistemas en el orbe, y se han convertido en auténticos conspiradores valiéndose de la prensa y otros órganos de comunicación masiva. Hablemos, pues, de los patrones y no de los sirvientes. Apunta con acierto Pascual Serrano: 'Las acciones contra la libertad de prensa de la SIP han caracterizado toda su historia. Una intensa campaña contra la UNESCO cuando se debatía el Nuevo Orden Informativo que denunciaba el control de la información por parte de los países más poderosos del mundo, su negativa en la Cumbre Iberoamericana de Isla Margarita en 1997 a debatir sobre el derecho del pueblo a una información veraz...'( Ver 'Rebelión' en Internet) En fin, en los tiempos que corren está probada la injerencia de SIP y compañía en el fracasado golpe de estado de Venezuela y no ceja en la defensa de los falsos 'periodistas ' cubanos que, también hay certidumbre documental, son meros agentes subversivos pagados por Washington. Cárcel perpetua Dos periodistas de Ruanda fueron condenados a cadena perpetua y un tercero a 35 años de presidio, todos acusados de genocidio y fomento del racismo, al tenor de un despacho de Reuters del cuatro de diciembre pasado. Ferdinad Nahimana, de 53 años, fundador de Radio Televisión Libres (RTLM) y Hassan Ngeze, de 42, y editor del diario hutu 'Kangura', fueron sentenciados por el Tribunal Internacional Criminal para Ruanda con sede en Tanzania. Se les imputó promover, a través de los medios de comunicación, el odio étnico e incitar a los hutus a masacrar a los tutsis, etnia minoritaria, de la cual habrían muerto 800 mil. RTLM, fundada en 1993, pasó a ser conocida como la 'radio del odio' por su sistemático fomento del odio racial, sostiene la información. Otro singular sentencia que afecta a periodistas es la dictada en Laos y consiste en 15 años de prisión para el belga Thierry Falise y el francés Vincent Renaud,ambos situados en Bangkok. Detenidos en junio pasado mientras elaboraban un reportaje en Laos, fueron acusados de cómplices en la muerte de un policía local, El fallo, de diciembre último alcanza también al interprete de los periodistas, Karl Mua, un estadounidense de origen laosiano. Irak y Afganistán: prensa encañonada En Afganistán, país ocupado por el ejército estadounidense, con la colaboración, tipo comparsa, de militares de otras naciones, y con la complicidad de Naciones Unidas, la libertad de expresión es de plano inexistente. Aunque hay un gobierno títere encabezado por Hamid Karzai, ex funcionario de empresas petroleras yanquis, 'la libertad de prensa sigue siendo vulnerable y caudillos y gobernadores provinciales controlan casi todos los medios locales y recurren a la fuerza para intimidar o atacar a periodistas críticos', manifiesta un informe realizado por europeos. La guerrilla en contra de la ocupación ha resurgido con fuerza, pero es noticia vedada en los órganos privados y estatales. (En Afganistán han sido muertos más de 600 norteamericanos). Es de suyo extraño que la UNESCO asigne financiamiento y asistencia técnica a un país colonizado, todo ello con la bandera de la libertad de prensa. Si hablamos de Irak, la situación es análoga o peor, apunta un informe especial elaborado por el Institute of War and Peace y otras instituciones, el cual dice que después del colapso del régimen de Saddam Hussein, han aparecido unas 150 publicaciones. Agrega, empero que 'la libertad de prensa se enfrenta a enormes obstáculos, entre ellos la ausencia del estado de derecho, una economía en ruinas e infraestructura inadecuada para los medios independientes.' Apenas creados esos medios, el 'Administrador Civil', Paul Bremer se apresuró a imponer la censura mediante un llamado 'Código de conducta', la última palabra un eufemismo para prohibición. La imposición de tales trabas, se lee en un despacho de Ifex ' es en repuesta a un número creciente de artículos antiestadounidenses en la prensa local. Los periódicos que representan a partidos políticos hostiles a Estados Unidos 'acusan a las fuerzas occidentales de violación masiva, robo y numerosos insultos al Islam' se leía en un documento de Indice de Censura. Todo eso es en pasado , ya que la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA, sigla en inglés) optó rápidamente por una censura total que es lo que ahora rige. De esa manera, afganos e iraquíes han podido conocer de cerca y brutalmente otro ángulo de la prometida democracia estadounidense. * Hernán Uribe es presidente de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP).
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