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De Vietnam a Irak: contrainsurgencia e insurgenciaAnonyme, Saturday, December 20, 2003 - 14:50 (Analyses | Guerre / War)
Fran Shor
Fran Shor enseña en la Universidad del estado de Wayne y es un activista por la Paz y la Justicia. La desesperación que actualmente invade a los ocupantes militares de Irak es palpable en el terreno, aún cuando la retórica mistificante de aquellos que dirigen -los civiles y los militares- persiste. En un reciente relato testimonial, perceptivo, de la ocupación, escribe Lucian Truscott: "No importa como se denomine, el actual estadio del conflicto en Irak -los soldados lo llaman una guerra de guerrillas mientras los políticos, allá en sus hogares, a menudo se refieren al mismo, engañosa e inseguramente, como parte de la amorfa "guerra contra el terror"- es, sin duda, una guerra espantosa y mortal". (NYTimes 7 dic. 2003, 4:13) La guerra se ha convertido, de hecho, en algo más espantoso y más mortal para las fuerzas ocupantes, conduciendo a la adopción de tácticas que recuerdan las campañas de contrainsurgencia pasadas, especialmente aquellas de los Estados Unidos en la guerra del Sudeste asiático. En una cita que es recordatoria de aquella guerra en Vietnam, donde destruir aldeas se presentaba como su "salvación", un Coronel, Nathan Sassaman ofrecía su interpretación de las medidas punitivas recientes, por las fuerzas norteamericanas en Irak. "Con una fuerte dosis de miedo y violencia y una gran cantidad de dinero para proyectos pienso que podemos convencer a esta gente de que estamos aquí para ayudarlos" (NYTimes 7 de diciembre de 2003, 1:13). Mientras la parte "del miedo y la violencia" rememora los brutales programas de contrainsurgencia, como la Operación Fénix, en la que sumariamente se ejecutaron miles de supuestos insurgentes vietnamitas, la parte "del dinero para los proyectos" recuerda los programas de barriles de carne de cerdo que Lyndon Johnson una vez propuso para Vietnam y que ahora George Bush pone en acción en Irak. Aún si Kellog, Brown & Root, Betchell y Halliburton estan embolsando audazmente proyectos en Irak, reforzados por los 87 billones de dólares votados por el Congreso, esas mismas compañías se convierten en timoratos en el mortal medio que es Irak. De acuerdo al artículo de Truscott, informado por alguno de los soldados norteamericanos "Uno de los camiones de las caravanas de Betchel, en ruta hacia aquí, hace aproximadamente tres semanas fue emboscado y uno de los guardias de seguridad fue herido… Los guardias abandonaron los camiones al instante y salieron disparando, no los hemos vista más desde entonces (NYTimes 7 de diciembre del 2003, 4:13). ¿Causa asombro entonces, que la administración Bush haya acelerado los planes para inducir mas iraquíes a hacerse cargo de la seguridad aunque esto signifique el riesgo de fabricar señores de la guerra y sus milicias privadas? Sorprendente también es el esfuerzo del Pentágono por retornar a los procedimientos de contar cuerpos. Intentando demostrar más bajas de "la mala gente" en las acciones militares, esta táctica también recuerda la desastrosa e ilusoria campaña de Vietnam. Los más recientes incidentes en Irak, en Samarra, claramente demuestran que el Pentágono fabrica la muerte de insurgentes. En lugar de los 54 resistentes vestidos de negro (reminiscente de los también así vestidos vietnamitas?) la cuenta de cuerpos en Samarra fue, de acuerdo a fuentes independientes, 8 muertos y 55 heridos, todos civiles. Aparentemente después de haber estado bajo el fuego de cañones de 120 milímetros montados en los tanques Abraham y de las ametralladoras de 25 milímetros de los Bradleys y Humvees algunos civiles repelieron la agresión. "Los civiles le devolvieron el fuego a los norteamericanos" dijo Ali Hassan de 30 años, que fue herido por esquirlas en la batalla. "Dicen que somos terroristas. Si es así, esta bien, somos terroristas. Que otra cosa esperan cuando pasan entre nosotros?". Ciertamente, cuáles son las expectativas de los comandantes militares norteamericanos, falsamente alimentados por la propaganda de la administración Bush con que serian recibidos como liberadores y sostenidos con una constante corriente de teorías racistas acerca "de la mente árabe"? De acuerdo a un comandante norteamericano de compañía "Uds. tienen que comprender la mente árabe…La única cuestión que entienden es la fuerza"…(NYTimes 7 de diciembre del 2003, 1:13). Actualmente, la fuerza y la violencia están siendo aplicadas con violenta energía, en la esperanza de que las tropas norteamericanas no perderán la iniciativa ante las fuerzas de la resistencia. En las aldeas donde los insurgentes han desarrollado sus iniciativas guerrilleras, las fuerzas norteamericanas, adoptando una página de las fuerzas israelíes que ocupan Palestina, estan demoliendo viviendas, apresando a la población masculina entera para someterlos a interrogatorios, rodeando los poblados con alambradas de púas e intimidando en los controles de acceso y salida. Esta política de contrainsurgencia, una constante en la política israelí de ocupación, tiene también reminiscencia de los programas de pacificación en Vietnam. Aquellos programas tenían como objetivo secar a la guerrilla de sus bases apoyo, cuando en realidad conducían a masacres de civiles y fomentaban más insurgencia. Parte de las razones del fracaso de la contrainsurgencia en Vietnam "fue el tratar a la cultura política indígena como una nulidad" (Richard Slotkin, Gunfighter nation, p.590). De ahí en Irak, la insistencia de la administración Bush de que la insurgencia o son restos del viejo equipo de Saddam o combatientes introducidos por Al-Queda. Si los dirigentes políticos creen o no sus propios argumentos solo sirve para reforzar la opinión de que los mandarines de Washington son incapaces de admitir la verdad de la ocupación ante el pueblo norteamericano. La realidad con respecto a la insurgencia es, como siempre, más complicada. Hay evidentemente, una parte bien financiada y planificada que tiene contactos con la línea de comando anterior que depende de Saddam. Por otra parte, hay una una opinión que expresa incidente tras incidente, su antagonismo con el viejo régimen y sin embargo abraza la resistencia. El compromiso con esa resistencia solo crecerá en la medida que las acciones represivas norteamericanas se mantengan. Como en Vietnam, más soldados provenientes de las clases trabajadoras, comienzan a comprender que no estan luchando por una causa noble, sino por una miserable agenda del auto interés en la hegemonía norteamericana a cualquier precio. Son numerosos los informes que muestran un creciente desprecio por los halcones-gallinas entre los reservistas y los soldados norteamericanos destacados en Irak. Las Barras y las Estrellas el periódico oficial de los militares condujo encuestas de opinión que demuestran que más de la mitad de las fuerzas destacadas en Irak están cansadas de toda la operación. Talvez, como en Vietnam, una insurgencia dentro de los propios militares norteamericanos sea uno de los motivos para la Iraquización de la guerra. Dado el fracaso de la Vietnamización para contener la marea, en otro tiempo y en otro lugar, hay razones para creer que los mandamases de Washington serán también obligados a abandonar su deshilachado intento de forjar, por la fuerza, una sociedad a su propio gusto y paladar. Envia esta noticia
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