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Venezuela: las reformas te quitan lo que las luchas te danAnonyme, Jeudi, Novembre 8, 2007 - 17:21 (Analyses | Photo | Droits / Rights / Derecho | Economy | Elections & partis | Politiques & classes sociales | Resistance & Activism)
El Libertario, Venezuela
He aquí el Editorial de la nueva edición de El Libertario (Venezuela, # 51, Noviembre 2007; ya accesible en www.nodo50.org/ellibertario), donde este vocero del anarquismo venezolano expone su posición ante la Reforma Constitucional que intenta imponer el actual gobierno de ese país. De nuevo se plantea la disyuntiva sobre participar o no en la contienda electoral, con la diferencia que ahora no se trata de escoger candidato sino normas constitucionales para regir la vida colectiva. La situación requiere de particular reflexión. Si atendemos a las posiciones planteadas tenemos que el oficialismo acepta en bloque las reformas propuestas por el Jefe, aumentadas en premeditada maniobra y de manera vergonzosa por una servil Asamblea Nacional. Los absurdos del original fueron tantos que se escenificó la comedia de un debate ficticio, resultando un maquillaje de añadidos igualmente aberrantes. No hay allí ninguna argumentación seria de contenidos o razones, solo discursos sumisos al caudillo, sin otra lógica sustentadora que el afán de perpetuarse en el poder. Ni siquiera la retórica justifica algunas propuestas sin caer en desatinos y abiertas contradicciones. Por otro lado, la oposición institucional anda del timbo al tambo, no sabiendo qué hacer para enfrentarla, recurriendo a discursos y personeros del pasado. Se ha limitado a mostrar a través de los medios de difusión una parte de los absurdos que encierra -los que golpean sus estrechos intereses-, los radicales cambios de reglas de juego políticas y algunas consecuencias que acarrea, sin posición clara ni definiendo ninguna campaña en alguna dirección concreta. Por ello planteamos que, frente a las alternativas de votar por el rechazo o abstenerse, lo que corresponde es prescindir de participar en el Referéndum y promover la abstención. Los tímidos cuestionamientos realizados desde la base del chavismo muestran mucho del nivel general de análisis y comprensión de las propuestas, dado por la infantilización del discurso promovido tanto por los jerarcas de la seudo-izquierda militarista en el poder como por los de la derecha y la socialdemocracia opositora. De allí, en parte, el apuro por cambiar lo que hasta hace poco se vendía como “la mejor constitución del mundo�?. Además, la bonanza petrolera permite al ejecutivo incrementar su amplia red clientelar de cara a la cita electoral. A esto se suma el evidente ventajismo con el cual, saltando sus propias normas, el gobierno realiza la campaña por el “Si�?, forzando el apoyo de empleados públicos y demás dependientes del erario. Asimismo, no hay que argumentar mucho para recordar la precariedad y falta de independencia del poder electoral, como nos lo ilustra la trayectoria del anterior capo del CNE y hoy vicepresidente ejecutivo Jorge Rodríguez. Creemos que con o sin votantes, la Reforma será aprobada. Pero mediante la abstención y la ausencia de electores es posible hacerla ilegítima, aun cuando sea legal. Un bajísimo número de electores en el próximo sufragio sería un modo de debilitar al régimen para cualquier paso ulterior, demostrando que no hay ninguna “revolución�? en la participación de la gente, sino una profundización del personalismo presidencial. Si se piensa que esto no es tan importante porque el gobierno se haría igualmente con todo el poder (lo que sucederá de todas maneras), o porque la gente prefiere estar con el ganador aun cuando su victoria sea tramposa, recuérdese que siempre quedará un espacio para negar la validez del mando debido a su ilegitimidad. Un gobierno ilegítimo, aunque se mantenga en el poder, disuelve la tácita relación de obediencia que la población le otorga, por lo que su actividad ya no se funda en la aceptación colectiva, aunque sea parcial, sino que el cumplimiento de sus mandatos se habrá de asentar cada vez más en el ejercicio autoritario del poder. Una fuerte abstención marcaría la separación de la gente, sus aspiraciones y deseos, con quienes detentan el poder del Estado así como entre el discurso y los hechos, quebrantando la servidumbre voluntaria que hace posible gobernar. También mostraría el fracaso del Estado, en el modelo más estatista que hemos tenido, como institucionalización que rige la vida colectiva, al menos con la presente configuración militarista y unipersonal. Claro que la reversión de la actual situación por un horizonte claro y coherente de justicia social y libertad no se logrará en poco tiempo. Evitar atajos y enfocarse en la reconstrucción de movimientos sociales autónomos y beligerantes de base es, sin duda, un camino largo, pero también el más realista. Un primer paso en esta vía es la comprensión cabal y completa de lo que vivimos y enfrentamos en el país, una perspectiva realista y utópica al mismo tiempo, que no pasa por las urnas el próximo diciembre. Pero también es relevante pensar el escenario siguiente a la aprobación ineluctable de la Reforma. Desde el mes de enero del 2008 se establecerán nuevas reglas con base en la constitución aprobada y el mecanismo de la Ley Habilitante, otorgado por la Asamblea Nacional al Presidente. Necesariamente habrá que tomar iniciativas para restar eficacia a la ofensiva preparada por el oficialismo luego de tener en sus manos al poder absoluto de la nación. Subrayamos que ya se han iniciado las acciones por parte del gobierno y del Estado para aprisionar la opinión pública en sus manos. Ese proceso implica un cuadro de medidas tendientes a silenciar la disidencia, criminalizar la protesta, aplastar cualquier manifestación contraria a lo oficial y conducir al país de una manera totalitaria presta a sancionar las posturas discrepantes, apelando a su descalificación mediante epítetos gastados para fundamentar las respuestas punitivas. La bonanza económica del Estado no está supeditada exclusivamente al precio del barril de petróleo, sino por la política expansiva del gasto público incrementada gracias a las políticas neoliberales adelantadas en materia impositiva. Dicho en otras palabras, el problema no es de ingresos únicamente, sino de erogación y necesariamente implicará un efecto de alud o bola de nieve imposible de contener. En esa circunstancia radica el riesgo para esta administración autoritaria al servicio del capital energético global. Los planes asistencialistas tienen su soporte financiero en el excedente coyuntural y al decaer, por el abrumador pasivo estatal, requerirá la aplicación de políticas regresivas para la población como futuras devaluaciones, incremento de impuestos, recortes en las Misiones y otras orientadas a mantener el nivel de gastos. Hay que recalcar que a contracorriente de la inmensa propaganda desplegada, las políticas sociales implementadas por el bolivarianismo no han elevado significativamente la calidad de vida de la población, y han aumentado la deuda social en materia de vivienda, seguridad ciudadana, salud, educación, empleo y seguridad social. Las dimensiones anteriores generarán conflictos sociales, los cuales serán sofocados por diferentes vías represivas según cada caso. Ante esta panorámica quienes no claudicamos por la libertad y la justicia social debemos prepararnos para afrontar un incremento general de la coerción y del control colectivo. Esto hay que hacerlo sin caer en la paranoia; sabemos que no tenemos en frente a los militares de Myanmar sino una expresión del neomilitarismo como modelo eficaz para mantener el modelo de dominación despótica de la sociedad venezolana, repetimos, al servicio del mercado energético mundial. Todo ello implica desde tomar medidas de seguridad personal hasta prepararse para la escalada represiva que legalizará la constitución a ser aprobada en diciembre, que consagra la arquitectura del Estado totalitario. Desbordando a los factores conservadores y reaccionarios de la oposición mediática, la lucha social deberá enfrentar al Leviatán gubernamental desarrollando formas inéditas, creativas e inesperadas de organización y resistencia. [En www.nodo50.org/ellibertario hay una declaración pública detallada con nuestra posición ante el Referéndum sobre la Reforma Constitucional, así como lo que plantean diferentes organizaciones de derechos humanos venezolanos y grupos de la izquierda radical autónoma]
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