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La gran mentira del 11SAnonyme, Samedi, Septembre 2, 2006 - 17:23 Por que la prensa continua llamando atentados cuando hay tantos indicios conra el propio poder en los EEUU? LA GRAN MENTIRA DEL 11S UN PLAN EJECUTADO PARA TENER UNA EXCUSA DE APROPIARSE DE LOS RECURSOS PETROLEROS DEL MUNDO ARABE Mentiras, montajes y cintas de vídeo Desde los trágicos sucesos del 11S de 2001, Internet ha sido un hervidero de noticias, reportajes, leyendas urbanas o artículos de opinión que ponían en duda la versión oficial de los ataques a Washington y Nueva York. Sin embargo, tal y como propone Chomsky en la definición del modelo de propaganda que rige el hacer de la mayoría de los medios de información actuales, el debate no ha trascendido a la opinión pública quizá un poco con la excepción de Francia. En el país galo el encumbramiento hasta el número 1 de ventas del controvertido libro de Thierry Meissan, La gran impostura, ha creado cierta alarma social y un aluvión de réplicas y contrarréplicas que ha hecho que el tema trascienda las tertulias de café hasta lugares destacados en de medios como Le Monde o C+. En España, el debate no ha salido de los círculos llamados de pensamiento alternativos, donde ni siquiera ha tenido un eco destacable a pesar de que la citada publicación está situada entre las 10 más vendidas del verano. Un artículo de opinión de El País se limitaba a criticar las hipótesis vertidas por Meissan por descabelladas, pero hacía una llamada al esclarecimiento de multitud de las dudas que la lectura le había provocado en su interior. En cualquier caso, cuestionar el modus operandi y la propia autoría de un hecho que prácticamente todo el mundo vio por televisión más o menos en directo parece arriesgado, aunque como indica brillantemente Ignacio Ramonet en su ensayo La Tiranía de la Comunicación, las televisiones y, por ósmosis o añadidura los demás medios buscan únicamente impactar con la imagen del directo para llegar al corazón o la sensiblería del espectador. Son cada día más manifiestamente incapaces del análisis profundo de los hechos y se han convertido en meras correas de transmisión de los gabinetes de prensa de las administraciones o las grandes corporaciones. Así las cosas todos vimos con nuestros propios ojos lo que sucedió y casi simultáneamente oimos miles de declaraciones oficiales de condena, repulsa y “explicación" de los hechos que nos han hecho asociar en nuestra mente ambos aspectos de un mismo hecho noticiable que, a priori, pueden o no estar directamente relacionados. Como explicitaba Fromm en su ensayo “El miedo a la libertad", luchar contra la opinión imperante, aunque se haya interiorizado cual dogma de fe es, cuando menos, laborioso. Exige grandes dosis de esfuerzo e ingentes cantidades de tiempo para recopilar, seleccionar, leer y analizar toneladas de información que pueda ayudar a formarnos una sólida opinión, bien asentada en pilares veraces, más o menos impolutos. Pero sobre todo, exige una actitud mental que, desde planteamientos cartesianos, usando la duda continuamente como método de trabajo, modifique nuestro acercamiento a la realidad de una manera abierta, liberándonos de los prejuicios y ataduras creadas tras lustros de aplicación del modelo de propaganda imperante en los media. Los hechos Parece igualmente demostrado que una serie de ciudadanos árabes tomaron clases de vuelo y dejaron una serie de ineludibles pruebas de su fiiación e intenciones. En el mundo árabe integrista, además de algún estado, sólo la red Al-Qaeda de Bin Laden tenía suficiente infraestructura para perpetrar unos atentados de esta naturaleza, por lo que las sospechas se dirigieron desde las primeras horas después de los atentados contra esta organización y el país que la cobijaba, Afganistán. El cúmulo de pruebas presentadas por Bush a Blair y otros mandatarios occidentales, parece no dejar duda sobre la autoría de los hechos, la guerra es inminente. El desenlace final es de sobra conocido. Este país es destruido por enésima vez, las víctimas civiles de esta desigual guerra sobrepasan con creces las del World Trade Center… pero el Mullah Omar y Osama Bin Laden siguen vivos y dirigiendo sus odios hacie el occidente cristiano. Norteamérica vive aterrada por la posibilidad e réplicas del terremoto del 11S. Cuando el miedo decae, las autoridades se encargan de recordar la amenaza o la inminencia de nuevos ataques a edificios de viviendas, a centros financieros, etc. La temida guerra bacteriológica hace acto de presencia en forma de cartas con anthrax. Los estadounidenses aceptan gustosos recortes a sus derechos civiles a cambio de seguridad. A la Patriot Act, cuyo sólo nombre haría sonrojar a cualquier europeo medio, le siguen una serie de iniciativas de espionaje electrónico y ridículas tentativas de convertir a Estados Unidos en “un país de soplones" en palabras del sociólogo James Petras. Las pruebas, directas o circunstanciales 1. El conocimiento previo de lo que iba a suceder 2. Los movimientos de tropas previos al 11-S 3. Los movientos bursátiles Lo realmente sospechoso es que pocos días antes del atentado muchos y poderosos inversores abandonaron los siempre seguros valores de las aseguradoras y reaseguradoras y los de las compañías aéreas, migrando sus capitales hacia empresas de armamento y, sobre todo, petroleras. El volumen de transacciones ha sido tan elevado que muchas voces creen que los dolosos sucesos son achacables a operaciones financieras de alto nivel. La mayor parte de las compras y ventas vinieron de una sociedad de inversiones presidida hasta hace poco por un consejero del director de la CIA. La cosa se sigue complicando, máxime cuando es público y notorio de Bin Laden y su gente tenía bloqueadas sus cuentas desde 1998. 4. La autoría de los hechos Pero incluso admitiendo la autoría de Bin Laden, como prueba el último de los vídeos publicado durante los fastos del 1 aniversario, existen multitud de lagunas sobre los ejecutores de los atentados. Parece absurdo plantear cómo alguien con escasísimas horas de vuelo y algunas partiditas en simuladores informáticos sea capaz de acertar con los objetivos marcados con tanta y mortífera precisión. Ocho meses después, en un loable intento de parcheo de la versión oficial, apuntaban que Mohamed Atta, el líder de los suicidas estuvo previamente en las torres gemelas y señaló el objetivo con un GPS cuyas coordenadas --una vez corregidas en sus desviaciones-- fueron introducidas en los pilotos automáticos de los aviones. Otras versiones recientes apuntan incluso al uso de balizas activadas en las mismas torres del WTC para iluminar el objetivo. Lo que está claro es que ya ningún analista serio puede creer en la efectividad de unos pilotos noveles que manejaban por primera vez un aparato de esas características. Las pistas dejadas por los presuntos autores son poco menos que esperpénticas. Las maletas de Atta en un inverosímil trasbordo previo al vuelo definitivo, un manual de pilotaje de aviones de pasajeros en el aparcamiento, unos rezos coránicos burdamente falsificados para las horas previas al suicidio… y un impecable pasaporte que milagrosamente se salva de las llamas en un incendio y derrumbes posteriores donde casi nada permanece reconocible, ni siquiera las cajas negras (¿?) Pero Atta tampoco da el perfil de un suicida integrista, frecuentaba bares y cabarets y bebía alcohol. Nada comparable a un clásico barbudo. Su pasado como agente de la ISI, el servicio secreto pakistaní y auténtica sucursal de la CIA en la zona presupone que tuvo (¿o tiene?) contactos con las cañerías del gobierno americano de quien recibió ingentes cantidades de dinero meses antes de los atentados. De la lista proporcionada por el FBI, varios de sus compañeros que presuntamente iban en los aviones secuestrados han afirmado en Internet que siguen con vida en Arabia Saudí, algo que ha sido refrendado por el propio gobierno sin que se conozcan desmentidos posteriores. ¿Secuestradores, señuelos, hombre de paja, o simplemente asesinos virtuales?. La asociación de víctimas de los atentados ha acusado al gobierno saudí de los mismos, ya que considera que es imposible que Osama trabajara sin el apoyo de un estado fuerte que los apoyase. Desde las “tecnificadas�? cuevas de Tora Bora, esas que nunca nos mostraron salvo en magníficas infografías virtuales, un puñado de desarrapados no podría haber dirigido tan magna salvajada. 5. Los daños · Un avión de aluminio y fibra de carbono no puede atravesar como su fuera mantequilla una estructura de acero, es pura física. Incluso las alas penetraron profundamente en el edificio, algo que han puesto en duda arquitectos, bomberos y expertos en estructuras y resitencia de materiales. · La hipótesis de que un avión perforara 3 anillos de edificaciones del Pentágono, se derritiera y evaporara sin dejar rastro alguno es un puro absurdo. Mienten, mienten y mienten. Algunos sondeos no científicos realizados en internet arrojan datos de desconfianza de la versión oficial de lo acontecido en el Pentágono no es aceptada por casi un 80% de los españoles. Atravesar 3 cinturones de baterías antiaéreas sin sufrir daño alguno tampoco es creíble por alguien con algo de sentido común. Si se observan los daños en las fotografías proporcionadas por el US Army, la perforación inicial previa al derrumbe era poco más grande que la puerta de un garaje. De las alas, las mismas que se colaron hasta la cocina en las torres del WTC, ni rastro de sus efectos sobre el edificio. · La caída de la torre VII anexa a las gemelas y una base vital para la CIA en sus actividades de espionaje económico, también está llena de misterio. Numerosos testigos afirman haber visto un fuerte incendio en la planta ocupada por la Inteligencia momentos antes del derrumbe achacable a una explosión, que en un principio, pareció oírse igualmente antes del colapso de la primera torre del WTC. 6. Los antecedentes 7. Los réditos Para el consumo interno, la lábil democracia liberal ha sido herida de muerte a nivel planetario. La promulgación de la Ley Patriótica en EEUU, las excepciones al cumplimiento de los derechos civiles en el Reino Unido o Canadá, la adopción masiva del espionaje a la mensajería electrónica en los servidores de correo (Carnivore) o la bendición de las interceptaciones de todo tipo de comunicaciones (Echelon) o la propia LSSI en nuestro país responden a un modelo más o menos homogéneo de control social de corte fascistoide y ámbito mundial, deseado por gobernantes atados a corporaciones transnacionales que necesitan de la docilidad El veredicto Publicado en 11S Conspiración Posted: Mar - Bits RojiVerdes Hola compis, soy el autor del artículo, lo tengo publicado n mi weblog y ha sido usado por la página que referenciais sin citar correctamente la fuente. Gracias. Cualquier cosa que esté colocada en mi página está a vuestra disposición |
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